"Con el debut en 'La Traviata' se han hecho realidad todos mis sueños"
María Ercolano. Soprano
La artista italiana da un giro a su carrera y mañana jueves y el sábado se sube a las tablas del Teatro Villamarta para abordar "con responsabilidad" el papel de Violetta, junto al tenor jerezano Ismael Jordi
Nacida en Nápoles, se graduó en el Conservatorio Musicale S. Pietro a Majella de Nápoles con Tina Quagliarella Marchetti y continuó sus estudios con Elizabeth Smith y Anna Vandi. Ha trabajado con Roberto de Simone, con un repertorio que va desde el Barroco hasta autores contemporáneos (Falla, Weill, etcétera). Ha colaborado con La Cappella della Pietà de Turchini -dirigida por Antonio Florio- en numerosas óperas y conciertos en festivales y teatros de todo el mundo. En la actualidad asume una de las decisiones más cruciales de su carrera: cambiar su repertorio, del Barroco ha pasado a interpretar obras como 'La Traviata', en la que Ercolano asume por primera vez el papel de Violetta, mañana jueves y el sábado, en el Teatro Villamarta. Italiana de pura cepa, ya le ha buscado un hueco a Jerez en su corazón, ciudad en la que asegura que se siente " como en casa".
-Es su debut en 'La Traviata' con el papel de Violetta. ¿Cómo se ha planteado esta puesta en escena?
-Bueno, me he acercado a 'La Traviata' de puntillas, con mucho cuidado y una grandísima responsabilidad. Claro, mi formación vocal también ha sido del estilo del XIX y siempre he sentido este papel como mío. Tengo una gran sensación lúdica, de diversión porque a lo largo de obra la vocalidad se luce mucho y muestra colores muy distintos, algo que es muy importante.
-Entonces, a pesar de venir del Barroco siempre le ha interesado 'La Traviata'.
-Sí, sí, sí. Yo siempre he cantado la música antigua pero mis estudios han abarcado todos los cantos y luego ya cada uno decide qué prefiere. Siempre se parte del bel canto con Bellini, Donizetti. Así que para pasar a Verdi se hace un gran esfuerzo de estudio. De todas formas, la vocalidad barroca es lo mejor para mantener la voz en forma, para tener resistencia, frescura y es un punto de partida para abordar personas como éste.
-¿Qué le ha aportado usted a Violettta?
-Pues toda yo misma entera. Me he entregado entera ya que yo no soy de medias tintas porque a Violetta no le gusta nada la gente que ahorra y se guarda cosas. Violetta requiere que se entregue el personaje sin medias tintas. Es exigente y aunque a mí me paguen por mi profesión, ella también reclama algo (ríe).
-¿Qué opina del elenco que le acompaña?
- El reparto me parece fantástico y ya Carlos Aragón (director musical de la obra y traductor en la entrevista) me estuvo informando un poco del equipo. Y he tenido la oportunidad de comprobar que además de buenos artistas son grandes compañeros porque me han acogido muy bien, sabiendo además que debuto en este papel. Me he sentido muy protegida y apoyada. Estamos todos en la misma onda. Y de Ismael Jordi (Alfredo), de quien me tengo que enamorar en la obra, pues es más fácil así, con él (ríe). Y hay una cosa curiosa y es que vengo de hacer en el Barroco muchos papeles de hombre, como castratos, así que ahora estoy encantada de hacer de mujer y además enamorada.
-¿Qué le parece trabajar en el Villamarta?
-Me siento como muy tranquila, protegida, acogida, es como estar en casa. Es el reflejo de una ciudad que me encanta y la gente es muy acogedora y servicial.
- ¿Qué proyectos tiene a la vista?
- Yo tomé una decisión muy importante que era cambiar mi repertorio y hay un periodo de transición en el que debe haber mucho estudio, y puede pasar de todo ya que yo era muy respetada en el Barroco. Ha sido muy atrevido. Ahora espero lo que venga, en esta nueva calle que he tomado. Pero tengo todo lo que siempre he soñado: me he casado, he sido madre y debuto en La 'Traviata'.
- ¿Descarta volver al Barroco?
-Eso no se sabe. Ya veremos cómo va transcurriendo todo.
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