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‘Emilia Pérez’, la jefa de la banda
Emilio Villalba | Director de Sephardica
Emilio Villalba, Sara Marina, Irene Isaura y Patry Cruz, componentes del proyecto musical Sephardica, presentan en Jerez una selecta recopilación de las músicas sefardíes interpretadas tal y cómo se hacía antaño y con instrumentos históricos. Un espectáculo que es “un auténtico museo sonoro en escena”. Emilio Villalba, su director musical, desgrana para Diario de Jerez el alma de este viaje sonoro, “una ventana al pasado”.
Pregunta.-¿Qué es Sephardica?
Respuesta.-Sephardica se basa en la recuperación de piezas que se compusieron en la Andalucía de finales de la Edad Media y el Renacimiento. Son reconstrucciones y adaptaciones porque es una música de la que faltan bastantes piezas para saber cómo sería originalmente. De eso trata el concierto, de recuperarlas en lo que ha quedado y darle vida nuevamente para que el público pueda disfrutar de un patrimonio del que somos herederos.
P.-¿Y qué cuentan estas canciones?
R.-Historias muy cotidianas. Canciones de amor y de la vida con instrumentos de la época. Igual que ahora se disfruta de un paseo por las calles del centro histórico o por un castillo, queremos que el público pueda disfrutar de la música que podría sonar en ese entorno y que forman parte de nuestro acervo cultural.
P.-El espectáculo está centrado en el papel de la mujer en la difusión de la música sefardí, ¿tuvo una relevancia singular?
R.-Hay mujeres que participaron activamente en la música porque la temática lo define. Hay canciones que son discusiones entre madre e hija, canciones de boda, romances para enseñar historia a los hijos. Era una música de tradición oral. El ámbito de la educación pertenecía a la mujer, eran ellas quienes tenían la obligación de educar, y lo hacían a través de la música.
P.-¿Qué revela este repertorio?
R.-Es un repertorio del ámbito doméstico porque las temáticas giran en este sentido. Hablan sobre el amor, la mujer que se enamora, música que son recetas gastronómicas, romances para conocer la historia de un pueblo. El papel de la mujer como la que salvaguarda la historia de su propio pueblo. Las mujeres cantaban y tocaban, como demuestran las ilustraciones medievales. Tenemos que imaginar un ambiente muy doméstico de patios y alcobas vecinales, con niños y niñas escuchando a sus madres y abuelas.
"El que viene por primera vez a un concierto de música sefardí se identifica con algo como si estuviera escuchando flamenco”
P.-Las mujeres forman parte de este imaginario musical a través de las letras, sin embargo, ¿se las reconoce como autoras?
R.-Estamos en un periodo en el que la autoría no es tan importante, por ejemplo en la Mezquita de Córdoba no se conocen los arquitectos. En la música, que es algo mucho más cotidiano, no se firmaban las obras. Había mujeres que compondrían obras pero no tendrían inquietud de firmarlas, aunque evidentemente eran importantísimas a la hora de difundir y tocar instrumentos. Gracias a ellas se ha conservado este patrimonio hasta la actualidad.
P.-¿En qué lengua están escritas?
R.-En castellano antiguo, fundamentalmente con romance castellano que es el que se hablaba en Andalucía hasta el siglo XVI, con añadiduras de palabras del árabe, del giego o del turco. Es el idioma que tienen en la memoria estas personas.
P.-En el año 2019 se abrió un proceso en España y Portugal para conceder la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España, es decir, a los descendientes de los judíos que vivieron en la Península Ibérica y que se exiliaron en 1492 ante la negativa de la conversión al Cristianismo. ¿Está la comunidad sefardí reconocida?
R.-Existe una conciencia de grupo. Hay gente que se atribuye ser descendiente, otros que lo serán de verdad y no lo saben. El rastro es muy complicado, hay que buscarlo en la forma de hablar, en las costumbres gastronómicas. Hay mucha gente del extranjero que no conoce el castellano, pero que son amantes de la cultura española y se quieren sentir identificados, sean o no sefardíes. No cabe duda que nosotros tenemos que sentirnos orgullosos de que haya gente de fuera a la que le encantaría ser española.
P.-¿Cómo ha sido el proceso de documentación para crear este repertorio?
R.-Hay dos partes. Una de ellas es recuperar lo que se conserva en el Mediterráneo. En Túnez o Marruecos hay canciones escritas en castellano, música española que salió a partir de los exiliados y se conservó en su idioma por estos países. Otra, canciones de nuestro repertorio que por palabras o temáticas son muy típicas de este momento, romances sefardíes o moriscos de la época.
P.-¿Y cuál es el descubrimiento más relevante que revela vuestra música?
R.-El que viene por primera vez a un concierto de música sefardí se identifica con algo como si estuviera escuchando flamenco, que es algo tan nuestro, y es porque las melodías se parecen mucho. Este es el mayor descubrimiento, ver cómo en música actual se ven rasgos de la propia tradición andaluza.
"Es una propuesta musical y escénica con mucho sentido histórico para recuperar las músicas que sonaban en esta tierra hace 500 o 600 años”
P.-Sobre las temáticas de las canciones, ¿percibe diferencia en las preocupaciones entre esta época y la actualidad?
R.-Es muy parecido. Las pasiones humanas, el tema del amor como centro de la música. Hay una modernidad asombrosa. En las sociedades antiguas estaban muy presentes las pasiones, la intelectualidad, la poesía. Entendemos que en el ámbito doméstico había una cultura importante y muy refinada.
P.-No somos tan diferentes entonces…
R.-Somos lo que somos, nos mueve el amor para vivir.
P.-A nivel instrumental, ¿cómo se construye este proceso?
R.-Es complejo porque no hay partituras, se cantaba de memoria. Nosotros lo que hacemos es adaptarlas a nuestra estética. Estudiamos cómo se toca de forma tradicional en el Mediterráneo y en Europa para recrear cómo podía ser. Es una propuesta musical y escénica con mucho sentido histórico para recuperar las músicas que sonaban en esta tierra hace 500 o 600 años.
P.-¿Se podría decir que es una inmersión en el Mediterráneo?
R.-El Mediterráneo como autopista de la cultura. Un mar que nos divide pero que hasta hace muy poco era una vía de comunicación entre Oriente y Occidente. El viaje que hacemos es de sonidos del Mediterráneo. Si alguien ha viajado a Túnez, Marruecos o Turquía, verá que un andaluz se siente como en casa. Siempre hemos estado conectados a lo largo de la historia.
P.-¿A qué le suena la música sefardí?
R.-Me suena a campos de verano con las chicharras sonando, a casas encaladas, a patios andaluces, a atardeceres viendo el mar.
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