Manuela Carpio: "El baile flamenco debe conservar su pureza, esté quien esté"
La bailaora jerezana recomienda a la gente joven que empieza que "no olviden el alma exterioriza lo que sientes".
José Mercé: "Si no tienes la ilusión del primer día es mejor quedarte en tu casa"
La bailaora jerezanaManuela Carpio, una de las más relevantes de la escena nacional, ha considerado que el baile flamenco "debe conservar su pureza, esté quien esté" y ha reconocido que actualmente contamos en nuestro país con "magníficas y variadas bailaoras".
Manuela Moneo Carpio (Jerez de la Frontera, 1968) ha entendido que el baile flamenco está en un "buen momento, hay mucha gente joven con muchas ganas y con mucha técnica pero nunca deben olvidar el alma porque es muy propicio para hacer bien las cosas y exteriorizar lo que verdaderamente sientes".
La bailaora, que ha compartido cartel del "LIV Festival Flamenco de Ceuta" junto a los cantaores José Mercé, una de las leyenda vivas del cante, y al jerezano Jesús Méndez, ha concretado que en España existe "muy buenas bailaoras, hay infinidad de chicas y la mujer continúa teniendo un gran protagonismo, además de que también están saliendo hombres muy buena".
Sí que ha estimado "fundamental" no empezar con muchos aires. "Hay que ir desde abajo, dando clases, adquiriendo conocimientos y, además, tener su propia personalidad que es lo principal".
En su caso, ha comentado que viene "de familia gitana de los Moneo y de los Carpio, del barrio San Miguel, dos familias cantaoras de gran tradición y renombre artístico y con ocho o nueve años ya tenía el compás de mi tierra, de Jerez, y gracias a Dios todos los cantaores buenos del baile me han cantado", ha recordado.
Ha resaltado que Jerez es una ciudad "de cante bueno y de buenas bailaoras, quizás más de cante porque es una tierra por excelencia. Me encantaría que hubiera más bailaoras porque antiguamente los había pero tenemos que obligarnos a más", ha dicho Carpio, que ha trabajado con artistas como Manuela Carrasco, Sara Baras, Antonio el Pipa, Chocolate o Moraíto Chico.
La jerezana, que llevó su espectáculo flamenco "Manuela en familia" a París, ha valorado que sus actuaciones "suenan a Jerez siempre porque es una ciudad que tiene su soniquete y su compás, muy especial pero no mejor que nadie pero sí diferente".
En su caso, se encuentra en un momento "de mucho peso, por mi experiencia, y con una capacidad mental que me permite estar en mi mejor momento, es decir, ahora mismo estoy convencida de que puedo dar mucha guerra. De aquí a cinco años no sé pero soy una persona que se lo ha ganado todo a pulso y quiero seguir adelante con mi nombre y mi personalidad".
Importancia festivales
Ha defendido la importancia de mantener "vivos" los festivales flamencos, después de que a nivel particular haya intervenido en la Bienal de Sevilla, el "Festival Flamenco de Zamora", el "Festival de Flamenco de Istán en Málaga"" o el "Festival de La Puebla de Cazalla", entre otros.
"Conservar estos festivales es un privilegio y Ceuta es un ejemplo porque lleva 54 ediciones, lo cual es una gran alegría porque tiene su sitio y que ha contado con muchísima gente de primer nivel", ha reflexionado
Manuela dirige su propia academia de baile, además de ser profesora de los cursos que imparte el Teatro Villamarta en el Festival de Jerez anualmente. "Mi academia me ayuda a ir todos los días a las clases, tengo movimiento en mi cuerpo y tengo buen espíritu y corazón para seguir".
Ha estimado muy importante tener "mucha constancia y tener claro que siempre hay que seguir aprendiendo cosas nuevas, el gitano tiene un sentimiento muy personal que transmitir y conservar, que no se nos vaya de las manos".
Ha añadido que ha sido su primera visita a Ceuta, "una ciudad donde no había actuado profesionalmente, este año han apostado por mí y he venido con mucha ilusión y ganas de bailar".
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