"Me da respeto intentar hacer reír a la gente que más sabe hacer reír del mundo"
El cómico castellonense protagoniza hoy dos funciones de 'Yes, we Spain is different' en el Falla El actor se meterá en la piel de más de 110 personajes, entre ellos, Barack Obama
-No es su primera vez en Cádiz. ¿Qué impresión le causó la ciudad?
-Una impresión inmejorable. Siempre se lo digo a mis amigos, que no hay una luz más bonita, una gente más cercana, más graciosa, un vino más bueno, una comida más rica y una guasa más grande que las de Cádiz. Me declaro enamorado de vuestra tierra.
-Con esta gira que ya lleva en pie dos años regresó al teatro, ¿qué ventaja tiene sobre otros formatos como la televisión o la radio?
-A mí me gusta el teatro porque tienes el pulso de lo que siente el público, la reacción inmediata, el teatro es instantáneo, te activa.
-Pero supongo que requiere más esfuerzo.
-Pero la recompensa supera con creces ese esfuerzo. El público se muestra cercano y aprendes mucho porque tú ves qué funciona mejor, con qué se ríen, con qué se sorprenden. Además en lo que llevo de gira pues me estoy encontrando con un público muy receptivo, que participa mucho en la función y, bueno, en esta tierra además pues espero que ese intercambio se note mucho.
-Entonces el público, digamos, forma parte de la historia que propone, ¿es así?
-Pues sí. A ver, en este caso la historia trata de la visita de Obama a Cádiz, así que los asistentes al teatro participarán en esta recepción oficial al presidente. Con ese hilo lo que haré es repasar la situación en la que está el país y se intentará ofrecer a Obama una imagen diferente de España.
-Me recuerda a 'Bienvenido Mister Marshall'...
-Sí es que en España aún somos así... Cuando viene alguien de fuera le abrimos los brazos, le decimos que esta es su casa y le intentamos mostrar lo mejor que tenemos. En este caso serán las figuras de la farándula y del deporte, entre otros ámbitos de la sociedad, quienes reciban a Obama y le hablen del país y, bueno, de Cádiz, porque me gusta introducir detalles de los lugares por donde pasa la gira, así que invitarán a Obama a la Viña, le hablarán del Beni...
-Y, evidentemente, usted se mete en la piel de todos esos personajes.
-Sí, yo voy de negro y recreo a más de 110 personajes, ¡una locura! Pero creo que es un show muy completo. Imito a los personajes, su forma de hablar, de moverse, también canto y bailo y, además, el espectáculo está apoyado por diferentes proyecciones audiovisuales que van situando al público en los diferentes escenarios. Es una locura muy divertida.
-¿Es necesario el humor para sobrellevar este oscuro tiempo de crisis?
-Completamente necesario. Cuando salgo del teatro me gusta acercarme a la gente para ver qué les ha parecido el espectáculo y casi todo el mundo viene a decirme lo mismo, que han disfrutado porque durante un rato han olvidado los problemas, se han evadido de la realidad y en forma de cachondeo, qué mejor. Es necesario el humor porque la gente está ávida de esas sensaciones, porque necesita reírse.
-¿Cuesta hacer reír?
-Es que creo que hacer reír forma parte de mi forma de ser. Ahora, es cierto, que siempre da mucho respeto intentar hacer reír a la gente que más sabe hacer reír del mundo, como aquí en Cádiz.
-¿Le ha afectado la subida del IVA cultural?
-Claro que afecta. Afecta a la producción, a la taquilla, afecta a los precios... Yo no suelo hablar de política pero es muy triste todo esto porque lo que ocurre al final es que poner trabas a la cultura repercute al final en la población, la empobrece.
-¿Se siente más imitador o más humorista?
-Pues creo que para la gente soy imitador pero como mi finalidad es hacer reír me siento humorista pero como intento siempre ofrecer cosas nuevas e ir incorporando disciplinas también podríamos decir que soy un showman... Siempre tendemos a poner etiquetas, es normal, pero yo me veo un poco de todo aunque, sí, la imitación es algo en mí muy natural.
-¿Dónde está la clave de una buena imitación? Hay quien dice que en la boca...
-Imitar la boca es importante sí pero yo creo que lo más importante es que es encontrar la clave para que el público vea en ti lo que más recuerda del original que a lo mejor es la forma de girar la cabeza, o de mirar, o de manejar las manos... El trabajo del imitador es descubrir qué es eso que hace al original especial y diferente de los demás y recrearlo. La boca, por ejemplo, es muy importante para imitar a Rajoy o al Rey.
-¿Qué supuso 'Crónicas marcianas' para usted?
-Mi Universidad de la tele. Yo entré allí con 19 añitos y salí con 26. Crecí allí y allí aprendí el día a día de la televisión. Sardá fue un gran maestro y todo el equipo que trabajaba en el programa. Imagínate lo que supuso para mí fue debutar por todo lo alto. Fue entrar en Harvard.
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