Visto y Oído
John Amos
En su edición número 28 y sin Isamay Benavente al frente del Festival más importante o con más fuerza de su sector, donde se miran y asisten para tomar la referencia todos los festivales y programaciones del mundo. Sin duda la buena marcha es resultado del excelente equipo que acompaña a la dirección y que siempre está detrás garantizando la buena marcha y sirviendo de extraordinario amortiguador ,en el buen sentido, sobre el terreno de los cambios acontecidos.
Un festival que arrancó con el nuevo espectáculo de Sara Baras y con nueva dirección del Festival en manos de Carlos Granados a quien le deseamos lo mejor en esta nueva andadura que sin ser fácil será muy positiva para todos porque una de sus metas es poner el festival mirando para Jerez. ¡Ahí es poco!. Buena mano querido Carlos. Poder continuar una programación de este calibre, unificar criterios en esta ciudad y atraer mecenas y patrocinadores es una tarea que además de prioritaria es ardua en ejecución. Hay buena atmósfera , hay buen ambiente y muy buen ánimo desde la administración local y de fuera de la ciudad para apoyar y fidelizar , si se puede decir. Un festival que es resorte de festivales y tiene a su alrededor una trayectoria ejemplar con una rentabilidad social de vital importancia con todo lo que eso significa. Un festival que fomenta la creación artistica y la cultura, quizás la parte con más rigor y disciplina de su entorno donde cada artista expresa su visión individual o en compañía, o bien apoyado en alguna visión externa ya sea en dirección o coreográfica. Más allá de un espectáculo lo que solemos ver en el Festival de Jerez es la vida del artista , de los artistas en connivencia con la realidad , con la evolución de la sociedad y de la historia. Estemos atentos y disfrutemos hasta el nueve de marzo de estas dos semanas del 28 Festival de Jerez donde se podrá poner de manifiesto una vez más las bondades de una futura capitalidad europea de la cultura y vaya usté condió.
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