Análisis

Abraham Hernández Parra

Decisiones difíciles

04 de abril 2023 - 01:32

El mundo de las hermandades no es ajeno al ciclo diario de la vida. Es una continua toma de decisiones que en ocasiones no va más allá de cuestiones banales y en otras afecta a la corporación de forma directa y nuclear. Se describen a continuación dos hechos reales. El primero, a nivel de la corporación y el segundo a nivel personal, que indican el grado de dificultad de las decisiones que han de tomar los cofrades.

Primer supuesto. Suspensión de la salida procesional del Martes Santo de 2022. Cabe recordar de qué situación se venía en ese momento. Año 2020 confinados en casa y 2021 sin procesiones en las calles, con numerosas restricciones por motivos sanitarios. Dos años sin poder vestir la túnica y por tanto sin hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Como se puede deducir de esta contextualización, todas las ganas habidas y por haber para salir en el 2022 con el Cristo de la Defensión y María Santísima de la O. Desde la semana anterior los pronósticos ya advertían de gran inestabilidad el Lunes y el Martes Santo. Hecho que se verificaba cada vez que pasaban los días. El agua torrencial que cayó por momentos el Lunes Santo nos dejó a todos estremecidos por la crudeza de las imágenes que invadían las redes sociales y la televisión.

Y llegó el Martes Santo, con una mañana esplendorosa y el sol dando lo mejor de sí. Si bien es verdad que la hermandad realizó consultas aprovechando sus contactos castrenses, todas las previsiones que manejaba la corporación coincidían en que la lluvia haría acto de presencia y de forma intensa en ciertos instantes de la noche. La junta de gobierno se reunió en cabildo de oficiales extraordinario a las 17.00 horas, acordando por unanimidad suspender la estación de penitencia. En este momento hay que dejar claro el respeto absoluto hacia las decisiones de las juntas de gobierno que acordaron salir. Hicieron lo que entendieron que mejor le venía a su cofradía. Y no hay nada más que añadir. Varias personas de la junta de gobierno ya vivieron mojadas importantes, como la del año 2005, por lo que no es una cuestión de ser más puristas que nadie.

El suspender la salida es un claro ejemplo de decisión difícil que afectaba entre nazarenos, costaleros y bandas a más de quinientas personas. Hay que resaltar que cuando la junta de gobierno de la hermandad de la Defensión acuerda no salir, lo hace siendo plenamente consciente de lo que ello supone. En el caso de sus hermanos más venerables, la posibilidad cierta de no ver más un Martes Santo. En el caso de los más pequeños, tres años seguidos sin salir, sin conocer el tacto de la túnica y sin vivir la experiencia, con el riesgo latente del desapego. En lo relativo a las edades intermedias, tres años sin revestirse, sin vivir ese momento de intimidad personal. Todos los datos expuestos impulsaban a salir. Pero la realidad se imponía. A toda esta situación desoladora hay que añadir otra cuestión importante, la invisibilidad durante otro año más de imágenes de la cofradía en redes sociales y televisión, con lo que ello supone en este mundo de la información. Condenados a la invisibilidad. Es importante agradecer a los medios de comunicación el apoyo que nos han brindado durante este año tan difícil.

Segundo supuesto. Decisión de un hermano venerable de 78 años de no volver a vestir la túnica. Por dar más datos, es el tercero en la historia de la hermandad que más salidas procesionales atesora, más de sesenta. Sin saberlo, el 2019 fue su último año.

En 2022 entró en la iglesia revestido con su túnica y comprobó que sus fuerzas ya no eran las mismas, que los pulmones respondían con dificultad. Tuvo claro, por respeto al ruan morado y a las normas de su hermandad, que ese sería su último año vistiendo la túnica.

Es importante destacar la valentía y la dificultad que entraña tal decisión. A partir de ahora las vivencias del Martes Santo serán otras. Tendrá que tirar de la memoria para recordar el rito de vestirse, el tacto de la túnica en la piel, el olor del esparto y del antifaz, la presión de las sandalias en los pies. Pero por otra parte tiene la gran satisfacción de ayudar a su nieto a vestir la túnica, a enseñarle a rezar cuando el ruan empieza a formar parte de uno y a explicarle lo que tantos años hizo él porque viene en nuestras Reglas: "El nazareno ocupará su mente en santos pensamientos, meditando sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y ofreciendo la penitencia que realiza por la santificación de todos los cristianos, por las intenciones del Sumo Pontífice, por la paz de España y de todo el Universo, por los Hermanos fallecidos durante el año y por las intenciones particulares de cada uno".

En definitiva, decisiones difíciles, como la vida misma.

stats