El Coliseum merengue

Lo que el palco otorga

24 de octubre 2022 - 05:00

LEES una novela histórica de Santiago Posteguillo o Colleen McCulloug sobre la antigua Roma y te das cuenta de que las formas de manejar al pueblo, conformarlo y servir solo a los poderosos siguen estando vigentes y muy arraigadas en nuestra cultura y por lo tanto en nuestra forma de actuar.

Lees como se negociaban las leyes. Como se buscaban los apoyos necesarios para aprobarlas. Como se vendía los parabienes de estas leyes al pueblo, al que solo le bastaban dos frases grandilocuentes, y su correspondiente ración de pan y circo, para dejarlos conformes, borrachos y con el estómago lleno. Sobretodo, te cuentan los verdaderos intereses que hay detrás de dichas leyes y a quien o quienes beneficiaban. El trámite de discutirlas en el Senado era un paripé de obligado cumplimiento, para guardar las formas de un aparente digno sistema de gobierno.

Estamos asistiendo en estos días a los prolegómenos de la nueva Ley del Deporte y te preguntas si no se trata de la actualización de una novela de Posteguillo o de McCulloug o de cualquier otra persona novelista que se adentrase en el mundo de la antigua Roma. Se trata de cambiar la túnica senatorial por un traje caro comprado en calle Serrano o en el Corte Inglés, el Senado romano por las Cortes españolas y el Latín por el Español.

¡Ah! lo más importante cambiar el palco principal del Coliseum de Roma, por el palco presidencial del estadio Santiago Bernabéu de Madrid. ¿Quién no recuerda a ese Aznar junto a Florentino disfrutando de la revisión moderna de las batallas en el Coliseum? ¿Cuántos políticos, con independencia del color de su partido, han sido vistos, agasajados, al mismo tiempo que han presumido de estar en dicho palco?

Cuando te enteras de que PSOE y PP, en apariencia agua y aceite, perros y gatos, como quien no quiere la cosa, se unan y quiten sus propias enmiendas a la futura Ley del Deporte, permitiendo que Real Madrid y FC Barcelona puedan participar en una competición ajena a la FIFA o UEFA, por ejemplo la Superliga, proyecto este que lidera mundialmente Florentino Pérez, te das cuenta de que nada ha cambiado.

Cuando llegue el paripé del tramite parlamentario, PSOE y PP venderán que es una ley igualitaria, inclusiva y que pone el foco en los deportistas por encima de todo. Después de dicha cháchara, se aprobará con el descontento del resto de clubes profesionales (por cierto ya tragan con el actual modelo de reparto de ingresos de la Liga) y los votos a favor de PSOE y PP. Tanto monta, monta tanto. Ese día podrían darse las circunstancias que con lo apretado del calendario, haya que aprobar pronto la ley porque algunos tendrán una cita en el palco del Coliseum merengue.

stats