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La obra de Juan Ángel González de la calle se erige como un poderoso portal a lo onírico, un vasto territorio donde la yuxtaposición de figuras descontextualizadas no solo coexiste, sino que forja un sentido coherente y sorprendentemente lúcido en el conjunto pictórico. Estas imágenes, aleatorias unas, y otras extraídas de la lógica diurna, se reordenan para revelar significados inesperados e impactantes, estableciendo contrastes provocadores que instan a una profunda reflexión sobre la identidad, la coherencia del mundo y la propia esencia del ser, y si nos atrevemos hasta de nosotros mismos.
En muchos de sus cuadros hay un fondo que cuestiona y da que pensar sobre la noción de realidad, en otros no teme a la ligereza, inyectando juegos de ironía sutil y toques de un humor inteligente. Cada lienzo se convierte en un canto a la ensoñación y al hedonismo vital, una celebración del disfrute de la vida a través del filtro de la imaginación desbordada.
Sin embargo, el verdadero mérito de la pintura de Juan Ángel trasciende la mera fascinación por el atractivo juego visual. Su valor reside, de forma intrínseca, en la admirable coherencia entre el fondo y la forma. Existe una sintaxis perfecta entre el ‘qué’ y el ‘cómo’, entre la narrativa representada y la magistral resolución plástica de cada pieza.
Si bien las imágenes poseen un innegable y fuerte poder de atracción visual, un observador perspicaz detectará rápidamente que la propuesta es mucho más ambiciosa que un simple ejercicio de mirada. Son cuadros que exigen ser vistos, detenidamente, con la pausa del gourmet, para degustar la intrínseca y particular belleza de su lenguaje plástico.
La obra va mucho más allá de la etiqueta cómoda de “buena factura” o “realizada con buena mano y buen ojo”. Hay en estos lienzos un bagaje mucho más rico y profundo que el mero dominio técnico de los agentes plásticos. El artista no solo maneja con sabiduría y acierto la pintura, sino que logra algo infinitamente más valioso: traspasar la técnica para hacer Arte, transformando el pigmento y la forma en una experiencia estética y conceptual perdurable. Déjense atrapar por ella.
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