Visto y Oído
John Amos
Las Fiestas de la primavera que unían la Semana Santa y la Feria de Mayo, por ejemplo en el cartel de mayo de 1946, adelantaban lo que a lo largo de mas de 70 años se convertiría en fuentes de ingresos importantes para el comercio jerezano, al igual que para la mayoría de las poblaciones andaluzas. Hay una estrecha colaboración entre Ayuntamientos, Iglesia y hostelería. Todos colaboran para que sean esplendorosas y repartan los escasos beneficios en la actividad comercial y caritativa.
En la ciudad de Lorca, Murcia, recuerdo las opiniones de un grupo de jóvenes sobre las hermandades de "Los Blancos" y "Los Azules" que recorrían la ciudad, con desfiles que reflejaban el ambiente de romanos y judíos, en la época de "Yeshua bar Yosef", Jesús hijo de José. Esas fiestas lorqueñas desarrollaron típicos y grandiosos bordados, ricas y artísticas filigranas de seda. Carrozas de romanos, cuadrillas de romanos, judíos, y población de la época. Los medios se convirtieron en fines. Tal exageración llevó al obispo, creo que fue el buen obispo D. Javier Azagra, a suspender las "procesiones de Semana Santa". Se les fue de las manos.
Cada vez que veo un paso con un Jesús con camisa planchada y puños unidos por unos pasadores dorados; que sustituyen la soga al cuello y a la cintura, por un cíngulo dorado…veo que lo que empezó para evangelizar, termine como en esa bella ciudad. Me gusta la Semana Santa de Andalucía.
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