No soy partidario de los panegíricos personales que tanto suelen abundar en nuestra sociedad, salvo en casos en que una trayectoria profesional y de servicio los justifiquen y a quién le dedico este "Bienteveo" ni le debo medallas y si acaso una eficaz y puntual gestión en la Comisaría, ante la urgente necesidad de renovar unos pasaportes, ya caducados, míos y de mi mujer (q.e.p.d.), necesarios para un viaje fuera de España; que incluso para renovar nuestros documentos de identidad preferí trasladarme, previa solicitud por los cauces establecidos por la propia Policía, a la vecina localidad de Rota, donde fuimos atendidos por unas amables funcionarias del Cuerpo Nacional, sorteando así el permanente atasco que para la expedición del DNI existía en la Jefatura jerezana, pero hoy me ha parecido de justicia, ante su anunciado retiro, dedicarle estas líneas al Inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Antonio Padillo Piñero, que cesa en su tarea profesional activa y pasa a la jubilación; que ya se sabe afirman los que felizmente la alcanzan, es motivo de alegre gozo por llegar a una meta en la que tantas veces sueñan quienes se encuentran en el ajetreo, en tantas ocasiones ingrato, del quehacer laboral iniciado por aquella tremenda sentencia, que nos cayó sobre las cabezas como una losa, del "ganarás el pan, con el sudor de tu frente"…

Y como este funcionario público se ha afanado siempre por tender puentes entre su profesión y la sociedad jerezana, ha impulsado la creación de la Asociación "Santo Ángel", que tantas buenas obras ha sabido reconocer y premiar, se ha esforzado por mostrar la faz más autentica, profesional y amable de un imprescindible Cuerpo de Seguridad que antaño llegaría a ser conocido por sus "modos" - era otro régimen poco libre - como la "Gristapo"; que ni siquiera logró ser aceptado por muchos españoles con un par de cambios de su uniforme; me ha parecido de justicia que en la hora de la despedida activa quede mi personal reconocimiento y creo que también el de muchos jerezanos por su entrega, sus buenas maneras, su eficacia, su apoyo a tantas causas nobles y su discreta implicación en infinidad de actividades de nuestra sociedad, como le han patentizado ayer mismo numerosos amigos y conocidos, reunidos en torno a él en un entrañable acto de reconocimiento y amistad que tuvo por marco el Hotel Jerez…

Loable también, como no, la contínua búsqueda de recursos para ayudar a numerosos colectivos jerezanos, necesitados de ella, tarea en la que la citada asociación "Santo Ángel", como su presidente Antonio Padillo, siempre han estado en primera línea…

Tenía, por tanto, en este punto y seguido de su actividad como Inspector del Cuerpo Nacional de Policía, que mostrarle mi amistad y desde luego mi respeto a todo un señor Agente del orden que, con su actitud, su bonhomía y su predisposición hacia nuestra sociedad se ha ganado el reconocimiento de quienes hemos tenido la fortuna de conocerle, de tratarle y de gozar de su amistad…

Y que sea por muchos años, querido amigo Antonio.