Tacho Rufino

Procrastinar es de gobiernos

el poliedro

El Estado central y siete CCAA afrontan el nuevo año sin Presupuestos. 2019 ha sido el año con mayor número de prórrogasEspaña es el mayor incumplidor presupuestario, pero al ciudadano, ni agua

04 de enero 2020 - 01:42

Procastinar es una palabra que ha pasado de ser utilizada sólo por pedantes irredentos a estar de moda para referirse a aplazar la ejecución de los deberes, de evadir lo que nos urge, pero nos provoca un pellizco de culpa en el estómago cuando se nos viene a la mente la obligación o el compromiso en cuestión. El procrastinador se enreda en otras actividades para no afrontar una responsabilidad o una decisión que debe tomar. Por ejemplo, se dedicará a pactar, a intercambiar estampitas de poder para conseguir una investidura parlamentaria, a hacer gobiernos de retales de distintos colores, a ejercer de líder global que se granjea una pequeña marca de estadista dando avionazos por el mundo. Mientras, el procrastinador -Pedro Sánchez, sí, pero no sólo él, aunque sobre todo él-dejará de lado la verdadera misión del gobernante en la tierra, esta maravillosa tierra líder mundial en muchas cosas, y desempolven de vez en cuando el artículo 'Líderes' de Manuel Vicent de hace poco más de un año. Pero también tierra de Caín, de aguafuerte de Goya y esperpento surrealista, y de pasión por la fragmentación.

El gobernante debe gobernar, y permitan la obviedad. Y gobernar significa, en esencia, aprobar y aplicar un presupuesto: conseguir los ingresos, controlar los gastos que han sido distribuidos por las exigencias del mantenimiento de la institución o empresa y según la visión política del ganador -y sus aliados y secuaces--, y aplicar las inversiones en infraestructuras, servicios, fomento del desarrollo y otras. El Gobierno en funciones es campeón europeo en procrastinar con los Presupuestos Generales del Estado. Y su demora y postergación posterga y demora a las comunidades autónomas, que aún lo son y dependen en buena medida de las válvulas y raciones presupuestarias del Estado central. De manera que no sólo el Gobierno, sino 7 comunidades autónomas viven con presupuestos prorrogados. Entre esas CCAA. procrastinadoras está Madrid. Y por supuesto Cataluña, que está en la lucha y no en el gobierno de las personas y sus cosas. España es campeona de Europa en incumplir la obligación política principal de sus regidores. Pero repetiremos una idea que no es nueva aquí (ni tampoco demasiado ocurrente): la economía no importa; rigen la bilis y el insulto, la carótida reventona, el ombligo maravilloso del que se ignoran las pelusas. Quién quiere presupuestos habiendo un maratón de combates a tres asaltos y sin guantes. Qué más da que sin ellos no se puedan modificar impuestos, modular pensiones y salarios públicos o realizar nuevas inversiones públicas en educación, sanidad, infraestructuras o tecnologías. Esto es lo que hay.

Ahora bien, eso sí: deje usted de pagar su declaración de la renta IRPF en su fecha, o de ingresar las cotizaciones de autónomo antes del último día de plazo, tenga o no el dinero. Baile usted una factura de un trimestre a otro en su declaración trimestral de IVA. Deje de pagar una cuota de su hipoteca y su préstamo personal, u olvide pagar una multa de tráfico o el IBI rampante de su ayuntamiento (bomba de oxígeno de los pequeños consistorios, por cierto. A quienes también maltrata la interinidad de los presupuestos (los de Rajoy, por cierto). Entonces será usted castigado, o como decía el chiste: "Dese usted por jodido". Recargos, apremios, embargos, multas, sanciones severas… y su reflujo gástrico erupcionará, su insomnio será su fiel compañero, su familia se resentirá, su amor y sus gozos pasarán a un tercer plano. En arrear al ciudadano por su incumplimiento no hay procrastinación alguna, y hay toda severidad. (Mientras, desde una galaxia no muy lejana de aquí llamada Eurocracia, nos vuelven a lanzar amonestaciones sobre nuestra deuda y nuestro déficit públicos, y por nuestro altísimo nivel de paro).

stats