Los principales mercados de renta variable a nivel global mostraron ayer signo alcista generalizado, tras la toma de beneficios de anteayer, a pesar de las actuales preocupaciones sobre la evolución de la pandemia. Los mercados reaccionaron positivamente a los datos macroeconómicos de la sesión.

Los indicadores adelantados reflejaron que la actividad manufacturera global se estabilizó en noviembre, aunque persisten riesgos asociados a las dificultades en el abastecimiento de componentes, las tensiones inflacionistas y la incertidumbre sobre el impacto del reciente repunte de los casos de coronavirus.

El PMI del sector manufacturero de la Eurozona frenó la tendencia a la baja de los últimos cuatro meses, subiendo a 58,4 puntos en noviembre (una décima más). La encuesta refleja que las limitaciones asociadas al suministro continúan obstaculizando la producción en la región, a lo que se une el deterioro por la pandemia.

Los datos de EEUU reforzaron el sentimiento del mercado, especialmente tras la publicación ISM manufacturero. Este índice, basado en encuestas a empresas no solo del sector privado sino también públicas, revirtió la tendencia a la baja de agosto-octubre, al aumentar hasta un 61,1% en el último mes (tres décimas más). Una evolución apoyada tanto en el incremento de la producción como de los nuevos pedidos, a pesar de que sigue condicionada por los problemas en la cadena de suministro en un entorno de creciente demanda.

Las principales bolsas europeas registraron ganancias superiores a un 1,5%. El Íbex 35 subió el 1,78%, hasta 8.453 puntos.

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