Escalofríos desiguales

03 de julio 2025 - 03:05

Seguramente los mandatarios, secretarios y representantes de la ONU que están estos días por aquí no se están enterando del calor de principios de verano, ni de los sudores de los ciudadanos, ni de los golpes de calor de algún que otro trabajador en condiciones infrahumanas. Estarán más que fresquitos gracias a los aires acondicionados y a las estrellas de los hoteles que les habrán pagado las diversas cuentas públicas de sus respectivos países. No en vano, los pobres, estarán hasta quejándose de las esperas o de los momentos de tener que sufrir durante unos segundos el calor sevillano antes de pasar de la sala de conferencias a los asientos de la Mercedes de siete plazas con aire integrado de turno para seguir en su mundo.

Los demás, andamos hipotensos y ensimismados para saber actuar ante unas temperaturas que nos superan y ante una forma de vida en la que los incendios nos ponen en alerta y el viento de levante nos hace sudar la gota gorda. Durante el día y la noche, en nuestros hogares, en los bungalows de algún camping o incluso en algún piso turístico. El calor, los calores, andan siendo protagonistas innecesarios por la parte que les toca. La mayoría de personas que no acuden a las cumbres internacionales se tienen que contentar con algún que otro viaje a las playas con atasco incluido, con algún hotel rural con piscina o río cercano, con la ducha fría del baño o con algún centro comercial que tenga el nivel de frio ambiental a tope.

Lo de adaptarse al entorno como medida humanitaria y de coeficiente de nivel de inteligencia para conseguir algún que otro objetivo es la premisa. Pero para esos que viven en los mundos de yuppie, enchaquetados y engominados respirando siempre aire frío de frigocalorías artificiales sin poner un euro y que se autoabastecen entre ellos a nivel emocional su mundo es otro e incluso piensan que sus reuniones son imprescindibles. Total, para cómo está el mundo. Para quedarse helado.

stats