Tribuna Económica
El exceso de regulación asfixia a las pymes
Según el Banco de España, el exceso de regulación asfixia a las pymes españolas. Son varios los factores que determinan la calidad de las instituciones, uno de ellos es el marco regulatorio, que debe ser simple, coherente, que estimule la actividad económica y el emprendimiento, y no una barrera. España adolece de un exceso de regulación que ahoga la actividad económica. En el periodo que va desde 1979 a 2021 se han promulgado 411.404 normas, 32 normas por día y una norma cada 45 minutos. Desde la Transición la producción legislativa se ha cuadriplicado. El proceso de descentralización autonómica ha tenido que ver en la creación de esta maraña legislativa. Maraña legislativa que perjudica a las pymes y autónomos, limita su crecimiento, tanto orgánico como territorial, provoca inseguridad jurídica, aumenta los costes y reduce el crecimiento.
La legislación es necesaria para evitar los fallos de mercado. Pero el exceso de regulación los acaba provocando. Las empresas grandes tienen departamentos jurídicos dedicados a la vigilancia y control del cumplimiento de la legislación, pero las pymes no. Los pequeños empresarios tienen miedo a crecer, por los mayores costos administrativos y trabas legislativas a los que tendrían que hacer frente si aumentan su escala tanto orgánica como territorial. El exceso de regulación mata la capacidad emprendedora, reduce la dimensión de las empresas, limita su expansión territorial y propicia el oligopolio.
A la densidad y exceso regulatorio hay que añadir la heterogeneidad del proceso regulador por autonomías y sectores económicos. A nivel autonómico podríamos establecer tres niveles de densidad y complejidad normativa. En el nivel de mayor exceso legislativo se sitúan Andalucía con una media anual de 682 normas y Cataluña con una media anual 772 normas desde el inicio de la Transición. Estas dos comunidades, las de mayor densidad legislativa, coinciden también con las de mayor tamaño y menor eficiencia de su sector público. En un tercer nivel, por debajo de las 400 normas anuales, estarían el País Vasco, Navarra, Madrid y Baleares. Existe una alta correlación entre la menor densidad legislativa y el potencial de crecimiento. En conclusión, el exceso regulatorio es un problema europeo arraigado especialmente en España tras el proceso de descentralización autonómica. Un problema que atenta contra la movilidad de factores de producción, el tamaño de las empresas, la productividad, el potencial de crecimiento y el bienestar.
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