Visto y Oído
Magno
Tribuna libre
Hace unos días se celebró una mesa redonda en el Ateneo de la calle San Cristóbal, para tratar sobre la candidatura de Jerez a Capital Europea de la Cultura. Una cosa importante a destacar es que ponentes y público rompieron el techo de las reticencias para seguir adelante con esta perspectiva de ciudad. Hubo significativos elementos fuerza que sustentan la candidatura que no se mencionaron (se pueden reflejar más adelante), pero sobre todo fue muy llamativo que desde la Universidad no se hiciera referencia al compromiso del anterior rector y el acto de izada de la bandera de la capitalidad, en el Campus de Jerez, como prueba de compromiso con la ciudad y con la provincia de Cádiz. Somos las partes que recordamos.
La pelota la sigue teniendo el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla con su gobierno y sus diputados, que pueden tomar la decisión política de concederle el apoyo a quien todo lo tiene, y no lo necesita, o al contrario tener la decisión firme de apostar por el desarrollo (base fundamental del proyecto europeo), de una ciudad importante de Andalucía y de una provincia con más cultura endógena que quien la inventó.
Aumentan los creyentes y con ellos las expectativas y la fuerza ineludible para impulsar un todos juntos por nuestra ciudad y por el futuro. Pero seguimos teniendo debilidades que debemos superar que necesitan de una reflexión mayor, porque tienen que ver con la genética y eso resulta más trascendente por la dificultad que conlleva modificar el ADN. Un caso paradigmático de lo anterior es la no presentación a los medios, y a nosotros mismos, del festival internacional de flamenco más importante que tenemos es España.
Las excusas, que dicen que hubo, son la prueba más irrefutable de lo anteriormente expresado. Es decir: ni idea de lo que llevamos entre manos. Y se corresponde a lo ya asumido sobre la frivolidad y el mercadeo sensiblero, de escaparte, en el que vivimos mal. El teatro Villamarta y el Festival de Jerez, si fuéramos capaces de verlo como vemos tantas cosas que nos deslumbran cuando vamos de viaje por ahí, tendría un mejor tratamiento del que tiene. Pero bueno, estamos en el camino con una espuerta de cal ya prevenida a las cinco de la tarde.
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