Propaganda y cortoplacismo
La Política Agraria Común
La PAC (Política Agraria Común) es la normativa impuesta desde Europa para regular cómo producir alimentos. Esta normativa nos hace menos competitivos, por lo que lleva asignado un presupuesto europeo para compensar, que no ayudar, al campo; un sector que nos garantiza soberanía alimentaria y nos fortalece en esta situación geopolítica tan complicada. El pasado julio la Comisión Europea publicó el primer borrador del Marco Financiero Plurianual (MFP), próximos presupuestos de la Unión Europea.
Ya sabemos lo que la Comisión Europea opina del campo. Su propuesta supone, por un lado, un recorte del 22% del presupuesto sin tener en cuenta la inflación, y por otro, más regulación claramente ideologizada para favorecer la agricultura y ganadería no profesional. Se propone avanzar en la restricción de medicinas para las plantas, penalizar explotaciones dimensionadas para hacer viables cultivos extensivos como el cereal, prohibir prácticas de laboreo y manejo sin justificación técnica, etc. En definitiva, el objetivo parece ser que el agricultor dependa de las compensaciones PAC; regular para que la gente del campo gane lo que la UE considere, desincentivando el progreso, el avance, el crecimiento. Y se extrañan por qué no hay relevo generacional…
La Comisión Europea, desde una burbuja pedante y desconectada (mezcla explosiva), proponen prohibir la producción de alimentos que sí permiten consumir. ¿Se imaginan si fueran consecuentes y sólo permitieran importaciones que respeten nuestras reglas? El coste de la alimentación por las nubes, la inflación desbocada, protestas, desgaste político… También existe demasiada regulación desde España que sólo aumenta costes. Por ejemplo, la nueva imposición desde el Ministerio, no desde Europa, de crotales electrónicos. Unos crotales aparentemente idénticos a los normales, pero con la tremenda ventaja de que el ganadero puede usar un lector electrónico, parecido al de los supermercados, para leer el número del crotal, como si el anacrónico uso de la libreta y el lápiz fuese intolerable. Supongo que alguien saldrá ganando con esta imposición…
Sin embargo, debemos ser optimistas. El acertado informe del Parlamento Europeo, respaldado con amplia mayoría y votos de los eurodiputados españoles del PP y PSOE, rechaza contundentemente el MFP propuesto. Afortunadamente estamos en condición de cambiar las cosas, pero no es gratis. Supone activarnos desde la sociedad civil. En estos momentos es casi obligación vacunarnos de tanta demagogia con información fiable, análisis y criterio, y movilizarnos. Nos va el futuro en ello. Supone un gran esfuerzo, pero merece la pena.
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