Seudopolíticos

29 de mayo 2025 - 03:05

El gobierno anda inmerso en la sovietización del suelo patrio. Y no porque le empuje el batiburrillo de partidos de extrema izquierda que lo sostiene, sino porque ha sido aspiración propia desde que Largo Caballero proyectara la Unión de Repúblicas Ibéricas Soviéticas. En ello están los unos con los otros; y, nunca más cerca de conseguirlo.

Pero le quedan dos huesos duros de roer y una cabeza real que pasar por la guillotina..., metafóricamente hablando. Lo del Rey es lo más fácil. Basta una coctelera con el origen franquista de la restauración monárquica, un par de los líos de faldas de papá Emérito y una cuenta en Suiza con los regalos de la Primera Comunión de Felipe VI, para que ponga rumbo a Estoril o a Polvorosa.

El hueso de la justicia ya lo descalcificó Alfonso Guerra cuando, pasándose a Montesquieu por el Arco del Triunfo, metió sus pezuñas políticas en el nombramiento del gobierno de los jueces. Al llegar Aznar debió pensar: “Ahora que me toca meter las pezuñas a mí, sería de tonto no hacerlo.” Y lo hizo..., mordiendo así la manzana envenenada del socialista sevillano y compartiendo el mismo pecado original.

Para el otro hueso pendiente, el soviet gobernante ha decidido que los medios que no le son afines propagan fango y mentira, por lo que hay que censurarlos; en breve, clausurarlos; y, si se encarta, encarcelarlos. Son tildados de seudomedios y sus trabajadores de seudoperiodistas. Pero el eterno problema de los totalitarismos es quién vaya a determinar si un medio o periodista es del fango o del glamour político. Mucho me temo que en la tarea se afanen seudopolíticos, que no son más que personajillos mediocres de ‘todo a cien’, sin otro logro que mantener una actitud genupectoral para quien confecciona las listas electorales y el número que se ocupa dentro de ellas. Elegir listas y no representantes huele a seudodemocracia.

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