Antonio Morillo Crespo

¿A quién voto?

La Corredera

“No me puedo pasar de listo pensando que todos los candidatos son ignorantes”

24 de mayo 2023 - 00:45

En principio a quien me dé la gana. No tengo por qué estar supeditado ni siquiera a una amistad, a un posible compromiso o una apabullante propaganda que llega hasta la sopa. Así que muy claro, voto a quien me da la gana. Y esto porque la bendita Constitución española me hace juez de mi pueblo, de mi región y de mi nación, dándome la potestad para elegir, según mi criterio, a quien yo estime mejor gobernante para los próximos años. En una dictadura, esto no lo podía hacer, tenía que aguantarme con la voluntad y el capricho del gobernador o del jefe supremo, pero gracias a Dios vivimos en una democracia y las elecciones son uno de sus mejores frutos. Pero luego hay una contrapartida. Después, aunque no salgan los que voté, hay que respetarlos y ayudarles en el gobierno, colaborando activamente.

Dicho esto, tengo que votar. Es un derecho, pero también una obligación. No me puedo pasar de listo pensando que todos los candidatos son tontos o ignorantes. Eso sería fruto de mi soberbia. Hay que votar colega y nada de abstenerse. Porque a lo mejor, mejor dicho, a lo peor, pienso que el único bueno sería yo. Y pensar eso es demasié. Y en todo caso, si así lo pienso, lo que tendría que haber hecho es presentarme, pues opciones hay a gogó. Otra cosa es que cumplan todos los requisitos o principios que yo estimo y pienso fundamentales. Pero, colega, es que eso es casi imposible, siempre hay fallos humanos y nadie es perfecto. Pero lo que está claro, clarísimo, es que unos son mejores que otros. Y a esos los votaré.

¿Y cuáles son las cualidades que deben reunir aquellas personas a quienes voy a votar? Pues empieza porque no sea tonto, ni chulo, ni pasota, ni flojo, ni calavera, ni misi gatito…

Y en sentido contrario y positivo, que sea una persona trabajadora, que no vaya por sus conveniencias, que sea solidario con quienes menos tienen, que ame a las libertades, que anteponga los intereses del pueblo a los suyos o de sus amigos, que no se las dé de niño bonito, que sea imparcial y trate a todos por igual ¿Es que estoy buscando a un santo? No y no, los hay y existen y además muchos están llenos de ilusión y entusiasmo por llegar a ser alcalde o concejal de su pueblo. Tienen ilusión y compromiso.

Quien salga elegido no va a ser un funcionario. Funcionario es aquel que por sus méritos profesionales, trabaja en el Ayuntamiento o en el Gobierno, que son cosas muy distintas.

Y digo esto porque a veces el recién elegido peca de querer arreglarlo todo con papeles o burocracia. Funcionario y político son dos cosas muy diferentes. Y hay que hacer hincapié en ello, porque de papeles y citas previas y esto y lo otro estamos hasta las cejas. Hay que proponerse que todo marche bien y rápido. Y no echarle la culpa a los funcionarios, que es una manía. Hay que ayudarlos y respetarlos.

P.D. Bueno ¿y a quien voy a votar?

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