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ASÍ es como ha pasado estas últimas semanas Falete. Del hospital a su casa, de su casa al hospital y, en el camino, pensando los primeros detalles del que será un acontecimiento inolvidable: su boda.
Pero antes de entrar en detalles nupciales, la salud, que es lo primero y que, en casa del artista, ha afectado a su padre, Falín. El que fuera uno de los tres primeros "Cantores de Híspalis" por fin ha salido del hospital donde fue ingresado a raíz de unas complicaciones derivadas de un tumor de colon que, de momento, se ha paralizado. "Está más delgado y algo débil pero la semana que viene tiene una revisión y, en cuanto se recupere un poquito, volverá al tratamiento", me explica el cantante que incluso ha paralizado la grabación de su disco debido a lo delicado de la situación. Un trabajo que se publicará en septiembre y que llevará, entre las cinco versiones incluidas, una de Ay, pena, penita, pena, de Lola Flores, y otra de Bravo, de Bambino.
Respecto al enlace, que me consta es lo que a ustedes más les pica en la curiosidad, decirles que se confirmó durante El Rocío cuando, el futuro marido de Falete, Isaac, sin anestesia ni nada, le soltó: "Pero, ¿tú te vas a querer casar conmigo ya o no?". Seis meses le hicieron falta al muchacho, nieto de Marmolejo, el orfebre, para darse cuenta de que tenía frente a él al hombre de su vida y, ni corto ni perezoso, con su petición quiso formalizar los vínculos de amor que les unen. El día 24 próximo les dan la fecha definitiva -que pretenden sea para diciembre- y, por ahora, lo único que tienen claro es que, sin convivencia conjunta hasta entonces, se tratará de una ceremonia íntima con doce testigos -seis hombres y seis mujeres- en el mismo lugar donde se organice el convite.
Ilusionado con los preparativos, Falete inicia su gira de verano el día 5 de julio en Córdoba. Con su público de América esperando su visita, antes, para poder atravesar el charco a gusto, las aguas deben volver a su cauce. Pecata minuta para este excelente capitán de su propio barco.
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