La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Banca abusona, Gobierno silente

El Banco de España da la razón a los clientes maltratados por los bancos, pero los banqueros desoyen sus dictámenes

Más de un millón y cuarto de españoles se han quedado sin sucursal bancaria cerca de su domicilio. Las oficinas se han reducido a la mitad desde 2008 y el número de cajeros automáticos ha bajado un 20%, según datos del Banco de España. Eso significa que un millón largo de españoles -mayormente viejos de la España rural vaciada- sufren otra discriminación más en sus vidas. Son los que más necesitan manejarse con dinero efectivo, porque es lo que han hecho siempre y porque son analfabetos o semianalfabetos digitales. La atención personalizada, que tanto les ayudó en el pasado, o es cada día más ardua y complicada o materialmente inviable.

Cuando un sector económico padece una crisis, lo normal es que sus agentes, de arriba, de abajo y de enmedio, se aprieten el cinturón. El sector financiero, no. El sector financiero se las apaña para apretar el cinturón ajeno. Los bancos fueron rescatados con ingentes cantidades de dinero de todos los españoles, que devolverán o no. Despidieron o jubilaron a una buena porción de sus plantillas para reducir costes y sacrificaron el bienestar de sus clientes, cada vez peor atendidos y sometidos a la arbitrariedad de comisiones injustificadas (ninguna tan injustificada como la de mantenimiento: el banco te cobra por dejarles a ellos tu dinero). Tengo una amiga que no pagaba comisiones de ninguna clase por tener domiciliada su nómina y, en cuanto se ha jubilado, le cobran comisiones pese que ahora ha domiciliado la pensión, que, por cierto, es más elevada que el antiguo salario. Tengo un amigo, mediano ahorrador, que en menos de un año ha tenido que tratar concuatro gestores distintos de su cuenta bancaria. No son casos aislados.

Claro, así se comprende que la banca española haya vuelto a encabezar la lista europea en rentabilidad sobre recursos propio, sólo superada por la rumana, o que los altos directivos sigan incrementando sus beneficios mientras peor lo pasan sus clientes. Volvamos al Banco de España: las reclamaciones de clientes de entidades financieras por sus abusos y malas prácticas -sobre todo en materia de hipotecas, tarjetas de crédito y cuentas y depósitos- crecieron un 45% en 2020 y este año seguramente se duplicarán. ¿Con qué resultado? El BE dio la razón al usuario en casi 1.500 reclamaciones... y los bancos no le hicieron caso aprovechando que su dictamen no es vinculante y forzándoles a ir a los tribunales.

¡Con lo fácil que sería obligar a los banqueros a acatar las resoluciones del Banco de España! Bastaría con un Gobierno medianamente valiente. Sólo medianamente.

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