Tribuna libre

Fátima Ruiz De Lassaletta

Diálogo en la Plaza con el capataz-venenciador Juanito Roldán

EL último Duque de Alba y Berwick, quien fue presidente durante un lustro de las bodegas en las que fui 20 años responsable de la Comunicación y Promoción Internacional, me dijo que sólo después de un cuarto de siglo resultaba leal escribir y publicar viejas historias, por ello ahora ya puedo dialogar en público, con tantos amigos y profesionales de la bodega que me dan, al efecto, su confianza y su placet.

Juan Roldán debía ser un chaval cuando por primera vez le obtuvimos el pasaporte y un pasaje de ida y vuelta, y se lo confiamos al agente suizo para que en su cadena de restaurante de tres niveles, con el nombre alemán de paloma, ofreciera un jerez ya frió desde un barril trucado a los cientos de potenciales consumidores que llegaban cada mediodía y cada atardecer a los prestigiosos establecimientos.

"Siempre había algún camarero español, con el que hacer buenas migas -o camarera apunto yo, porque es que a los venenciadores os recibían como a toreros…". "Es que venenciar es un arte y tiene como la suerte del toreo tres tiempos citar con el arco de la Venecia, templar la caída del vino dentro del catavino y mandar al entregar la copa llena al destinatario o la destinataria elegidos".

Corrían los años setenta del siglo pasado y las encantadoras sesentonas británicas -que entonces nos parecían mayorcísimas- se apresuraban a poner en su cesta de la compra la botella de Cream Sherry, en Escocia, en Yorkshire, en Wales… y los cincuentones sportmen o juppyes -deportistas o ejecutivos- preferían el Médium Dry Amontillado, mientras los iniciados, los connoisseurs, se decantaban por el Dry Fino. "Entonces llegaba el momento de más satisfacción, cuando se sentaban el agente con el jefe de compra del grupo hotelero o con el de la cadena de supermercados y llenaban las páginas y páginas del block de pedidos, se sabía que tantas semanas fuera de casa no habían sido en balde".

Luego regreso a casa con la familia y a la bodega, en la que vi al joven Juan subido en las botas en segunda, para extraer de las de tercera y lanzar la venencia, como aprendiz del catador titular que sobre el albero esperaba, para su clasificación, la muestra volandera que encerraba el cubilete de plata de la venencia. "Yo luego me especialicé en la cata de los brandies, pues su intensidad siempre me ha interesado. Venían las más puras Holandas de Tomelloso, recuerdo una tan especial como procedente de una uva llamada casualmente 'Cayetana blanca'. Era limpia a la nariz, etérea y traslúcida -sin nubes ni depósito nunca- y al poco de estar en las botas destinadas para la Añada, iba impregnándose de los aromas a vino viejo de las maderas que la encerraban. Muchas de las botas eran de roble de limousine, francés. Ya en la primera criadera, con su toque de vino natural de color, resultaba mejor que cualquier brandy comercial y no le digo nada en la segunda criadera, era un reserva por si solo, para ser en la Solera, al mezclarse con sus más antiguas porciones un 'fuera de edad', de esos a los que internacionalmente se les exige treinta años para dicha denominación".

Juan, pero nunca dejaste de viajar: La Ribiera de Francia con sus ferias internacionales, las Américas, Alemania. "Si a los países mejores consumidores fui, menos a Holanda, pues allí empezaron a querer vinos chicos, que no eran caso de dedicarles mayor atención". Y a Harrods y al Beau Marche y a Sacks. "Si, a todas las mejores grandes superficies del mundo. Ahora sigo en activo, me han tocado dos bodegas monumentales que cuidar en la calle Fernández Herrera y estoy muy orgulloso de ellas. Por la calidad y cantidad que encierran, esto es un emporio de inestimable valor. Veo brillar en sus ojos la ilusión aún y le digo con el poeta de la plaza de San Juan: "Su ojo los quilates pesa/ en el áureo terciopelo; / Y los éteres, al vuelo, su secreto olfato apresa, / inocente, le confiesa/ el mosto niño su clave; corrige severo o suave, / el Oloroso o la Palma. / Y el solo el secreto sabe: Que los Vinos tienen alma".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios