Para mí, Luis Caballero era de esas personas especiales, brillantes, únicas y singulares que tienes la suerte de conocer en la vida….

Incansable, carismático, como pocos. Astuto y gran empresario, con una capacidad de trabajo y de visión de futuro increibles en el Vino de Jerez. Sin dudas es una de las personas a las que más le debe el vino de Jerez. Forma parte de un pequeño grupo de grandes figuras en la historia de Jerez. Para mí, además era un gran amigo, con el que siempre era interesante compartir una charla, no solo sobre Jerez sino sobre la propia vida. Sinceramente, es de las personas que más he admirado y querido en este sector y de las que más orgullosa me siento de haber compartido una sincera amistad, que sé que era mutua.

Todos los que tenemos algo que ver con el vino de Jerez tenemos que agredecer su agudeza empresarial y su también romanticismo, que nos ha permitido mantener e incluso hacer crecer algunos emblemas como han sido bodegas especiales y marcas insustituibles que él se empeño en comprar y preservar.

Entrañable, sencillo, exquisito y vehemente con todo. Tremendamente activo. He tenido la suerte de seguir compartiendo charlas con él a lo largo de muchos años, los mismos que llevo en AECOVI. La última vez que hablé con él, hara unos 20 días, seguía tan incansable como siempre, eran más de las nueve de la noche y empezamos a hablar de viñas y terminamos hablando de la situación actual, pero como siempre que se hablaba con él, desde el conocimiento de las cosas, con ideas sensatas de todo y con sentido del humor!!

Quiero transmitir la profunda admiración que sentía por él, lo segura que estoy de la gran aportación que ha supuesto para Jerez, su presencia, pero sin dejar atrás el profundo respeto y cariño a la persona.