Fatiga electoral

En el inicio de la campaña hay cansancio y poco entusiasmo. La emoción sólo la ponen las dudas sobre el resultado

En deporte y en política, la emoción está ligada a la incertidumbre sobre el resultado. Así pues, estamos a dos semanas de una votación emocionante, porque no se sabe quién ganará. Incluso habrá varias maneras de medirlo: votos totales, municipios y regiones importantes, primeros lugares o conquistas de plazas difíciles. Hace cuatro años hubo una ventaja del PSOE superior al millón y medio de votos, de ellos 400.000 en Andalucía. (Las autonómicas de 2022 cambiaron las tornas; Moreno sacó 700.000 votos a Espadas. Los dos partidos justificarán sus resultados en la región con esas referencias). Ahora Metroscopia augura una victoria nacional del PP por más de medio millón de votos, pero Tezanos contraataca desde el CIS con un triunfo socialista por cuatro puntos. Veremos; un tercio de los electores decide a última hora si vota y a quién.

El PSOE parte de una posición tan privilegiada, que perderá poder. El Partido Popular sólo gobierna en dos de las regiones en liza y la opinión pública se fijará en puntos concretos: las presidencias de Valencia, Aragón, Castilla La Mancha y Extremadura, las alcaldías de Barcelona, Sevilla, Málaga o Valladolid, y la Diputación de Huelva, donde el PP propone regularizar regadíos ilegales cerca de Doñana… Por cierto, Tezanos ha publicado una mayoría rotunda en Vigo para el PSOE y ha evitado hacer un sondeo en Málaga, con seguro triunfo del PP.

Luego está el foco en Madrid, que es mérito del equipo de Ayuso para eludir el debate sobre sanidad, educación o dependencia y centrase en el eslogan "vote contra Sánchez", que la puede llevar a la mayoría absoluta. Tan buen resultado le dio a su populista presidenta hace dos años, que todo el PP sigue ahora esa senda y propone derogar el sanchismo. También los populismos de los extremos siguen alentando resentimientos. Podemos en este fin de temporada se queja permanentemente de un PSOE conservador que nada haría sin ellos. En el evangelio de Tezanos, Podemos aguanta en mínimos y Cs desaparece. Y el aludido Partido Socialista activa el BOE y saca propuestas sobre vivienda para medio plazo o sobre sequía después de una década de escasez.

En el inicio de campaña poca gente está dispuesta a votar con entusiasmo por un líder que le seduzca o un programa que comparta. Hay más público para votar contra alguien. En una derecha movilizada el voto útil está despejado por el hundimiento de Cs y en la izquierda dispersa falta motivación. Una abstención que supere el 35% sería una prueba de fatiga electoral. La emoción de momento sólo la pone la incertidumbre.

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