Griñán abandona la política

EL anterior presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha decidido abandonar la política tras una dilatada trayectoria en la que ha sido también ministro, consejero del Gobierno andaluz y presidente federal del PSOE. El anuncio de su retirada, a los 69 años, se produce cuando acaba de comparecer ante el Tribunal Supremo como imputado en el caso de los ERE fraudulentos, donde ha reconocido que se produjo un gran fraude en los fondos públicos gestionados por responsables de la comunidad autónoma andaluza y cuando concluye su mandato como senador, ya que lo era en representación de la comunidad y la constitución del nuevo Parlamento de Andalucía obliga a la designación de sus nueve senadores. Su anuncio de retirada significa que no volverá a ser candidato al Senado y, por tanto, no forzará al PSOE andaluz a renovarle su confianza o quitársela eligiendo a otros miembros del Senado. Griñán renuncia, por consiguiente, a seguir disfrutando del privilegio del aforamiento independientemente de que el instructor del escándalo de los ERE en el Supremo termine imputándole delitos concretos o decida devolver las diligencias a la juez Alaya por no encontrar indicios delictivos en su actuación como consejero de Hacienda y presidente y en las de los otros cuatro aforados que le acompañan ante el alto tribunal. Puesto que la dimisión de Griñán y Chaves es una de las condiciones planteadas por los diputados de Podemos y Ciudadanos para permitir, con su abstención, la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta, la decisión de Griñán reduce el obstáculo a la mitad. Queda pendiente el abandono de su escaño por parte de Chaves -igualmente ex ministro, ex presidente de Andalucía y ex presidente federal del PSOE-, quien no ha dado señales de estar dispuesto a secundar esta iniciativa por considerar que no se le ha imputado en ningún delito concreto y encontrarse a la espera de que el magistrado Barreiro le exculpe del caso de los ERE. Existe un problema de descoordinación temporal. Políticamente Susana Díaz está interesada en que se aclare el horizonte judicial de Chaves para satisfacer las exigencias de los grupos parlamentarios que pueden facilitar su investidura -aunque también han expuesto otras condiciones-, mientras que la Justicia sigue sus propios ritmos y no está claro que el instructor vaya a pronunciarse sobre el ex presidente antes del debate de investidura, aún sin fecha. Por el momento, José Antonio Griñán ha aportado su colaboración a la salida de este embrollo al adelantar que no aspira a ser reelegido como miembro del Senado. Una diferencia más entre los dos ex presidentes y ex amigos.