Me lo temía. "Halovin" ha ganado definitivamente la batalla ciudadana. No contentos con que los niños estén absolutamente inmersos en esa moda de amor desmesurado hacia esa festividad horrorosa auspiciada, desgraciadamente, también desde los colegios - en el que yo estaba, casi se me consideraba como un verdadero apestado porque abanderaba mi sentimiento anti pamplinas "halovinesas"-, no contentos con que las mamás y los papás perdieran el sentido buscando disfraces para sus angelicales criaturitas, incluso, para disfrazarse ellos mismos impunemente de mamarrachos agonizantes y sangrantes y no contentos con que nuestra ancestral manera de venerar a los difuntos en fechas tan entrañables se esté perdiendo, desde nuestra primera institución municipal se fomenta el mamarracheo de principios de noviembre con una "Marcha Zombie" por el centro de nuestra ciudad. Lo que nos faltaba. Niños y mamás haciéndose los muertos vivientes mientras son inmortalizados en los teléfonos por los papás dichosos y orgullosísimos de tan "fantasmal" familia. Y mientras, el Tenorio muerto - nunca mejor dicho - durmiendo el sueño eterno del olvido. Habrá cosas más tontas que las burdas actuaciones "halovinesas" que se han copiado de culturas televisivas extrañas. Vayan ustedes preparándose porque dentro de unos días se encontrarán la calle Larga travestida de muertos vivientes, cuerpos vendados y sangrantes, apariciones esquivas con nula gracia. Esperamos no encontrarnos a alguno de nuestros primeros dirigentes transformado en cadáver vivientes - algunos son más que cadáveres políticos -. Aunque, tal como hoy se respira, otra cosa podría ser más difícil. Por eso, vayan pensando en que dentro de unos días sufrirán a pandillas de niños y no tan niños llamando a las puertas para pedir no sé qué tonto asunto. Honor y Gloria a Don José Zorrilla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios