Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Conspiración?
La ciudad y los días
Los políticos ineptos –dado que equivale a necio o incapaz es una forma suave, muy suave, de calificar a los que nos gobiernan ahora y aspiran a hacerlo– olvidan que la política es solo el marco y el bastidor, y que los ciudadanos son el cuadro. Todos los pintores saben que un marco mal elegido en lo que a su diseño, color y material se refiere daña estéticamente la percepción de sus cuadros. Todos los que se ocupan de obras de arte consolidadas saben que un marco excesivo por su tamaño o su barroquismo ahoga el cuadro. Todos los conservadores de museos saben que un bastidor inapropiado daña al lienzo afectando a su tensado. Ninguna duda cabe sobre la importancia del marco y el bastidor para la exposición y la conservación del cuadro. Ninguna duda debe caber, tampoco, sobre la importancia de la política y los políticos como marco y bastidor que garanticen el bien público y las instituciones. Pero se ha olvidado que la única razón de la existencia de los marcos y los bastidores políticos es el buen mostrarse y perfecto conservarse del cuadro, es decir, de las instituciones y los ciudadanos.
Cuando el marco y el bastidor son tan inapropiados y defectuosos como la actual clase política española no solo sufre el cuadro, es decir, los ciudadanos, también las instituciones y la propia Constitución, lo que redunda en nuevos daños a la sociedad, la convivencia y el buen funcionamiento democrático. Estas son al cuadro (los ciudadanos, el pueblo español en el que reside la soberanía nacional) como el tratado Della pittura de Leon Battista Alberti, el Arte de la pintura, su antigüedad y grandezas de mi primitivo hermano Pacheco o, si nos venimos a tiempos más recientes y pasamos de la figuración a la abstracción, como De lo espiritual en el arte y Punto y línea sobre el plano de Kandinsky: las reglas, normas y reflexiones que permiten el buen ejercicio de la pintura. Ignorándolas y vulnerándolas, además de dañar el cuadro que deben proteger dañan las reglas y normas que deben defender y permiten el buen ejercicio de la democracia.
Se atribuye a Bismarck el famoso “el político piensa en la próxima elección; el estadista en la próxima generación”. Aplíquese. También fue Bismarck quien dijo otra frase famosa: “España es el país más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentando destruirlo y no lo han conseguido”. Aplíquese.
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