Mortal y rosa

SE ha celebrado recientemente en la Universidad de Pau (Francia) el II Congreso sobre Francisco Umbral para hablar del escritor madrileño y de la importancia de su obra, cuya prosa se considera una forma de acercarse al lenguaje español más vivo y rico que ha tenido una destacada influencia en la literatura española de las últimas décadas.

Como modesta aportación nuestra a los elogios recogidos en ese Congreso y como complemento a los comentarios de frases magistrales que periódicamente titulamos "Minutos de filosofía" queremos hoy destacar algunos pensamientos escritos por Francisco Umbral en su libro "Mortal y rosa" que nos parecen de un contenido muy acertado y muy indicado para el objetivo de auto-concedernos momentos de reflexión. Cuando Umbral escribió el citado trabajo alguien lo calificó como su libro más escalofriante y más conmovedor.

Entre las muchas afirmaciones y sugerencias que contiene "Mortal y rosa" escogemos las siguientes:

Lo que hay que conseguir es acompasarse con el tiempo, no ir ni más deprisa ni más despacio que él.

Si éste mundo cínico y duro no se arregla es porque al hombre no le da la gana.

No hemos conseguido erradicar el hambre y la miseria, ni nos lo hemos propuesto, pero las hemos contabilizado, codificado, controlado y explicado.

La gloria mundana nos dá siempre un beso húmedo y falso.

La fama ofrece siempre su copa venenosa.

Un niño enfermo es una blasfemia que profiere la vida.

La literatura no es un problema de conocimiento, es un problema de pluma.

El mar tiene salud de hierro y sol.

Todo éxito es agresivo y se hace a costa de alguien.

La humanidad viene dando un espectáculo bochornoso desde el principio de los siglos.

Decir, para terminar, que F. Umbral escribe éste diario/monólogo cuando está mirando la lenta muerte de su hijo. En palabras de su prologuista Félix Grande, estaba tan aturdido de dolor que no se daba cuenta de que estaba escribiendo un monumento a la literatura.

Sirva este comentario como homenaje a su memoria y a su capacidad literaria.