Polifonías nórdicas

Viajar con el deseo de conocer culturas nuevas siempre es una experiencia positiva. Salir de tu rutina y enfrentarte a lo desconocido, es una forma de crecimiento y de perder los miedos.

Desde fines de agosto hasta principios de septiembre pude viajar por 3 países de Escandinavia: Dinamarca, Noruega y Suecia y fue, sin lugar a dudas, una aventura inolvidable.

Viajar con poco y esperar a que sucedan cosas, no ir con nada programado, sino permitir que la ciudades, las circunstancias y las gentes, te reciban y acojan, desde tu condición de peregrino fue una experiencia gratísima y recomendable.

La soledad se vuelve compañera y la ligereza de equipaje se hace necesaria para aprovechar mejor la aventura de los días.

Contrastar mi realidad cotidiana con la realidad de otros paises diferentes, me hizo ensanchar el horizonte y descubrir facetas y oportunidades que solo despiertan cuando pisas "tierra extranjera".

Aunque fui gratamente acogido por mis primas Camila, María y Sara Seidel, mis tíos Torkild Seidel y Asunta García-Pelayo y por mi primo Beltrán Sainz de Vicuña(a los cuales les mando un abrazo Grandes), es la primera vez que he hecho un viaje "completamente solo"...y esa soledad, en mi caso, también ayudó a descubrir y explorar mejor esa cultura.

Estar ante lo desconocido es no perder la capacidad de asombro, sumergirte en el gozo de la sorpresa y esperar a que se renueve el aire. Y es que aventurarte a ser viajero sin grandes pretensiones te hace amar más la realidad porque (te) descubres (en) la desnudez intrínseca de las cosas.

Al final, la observación de la belleza de los monumentos, esculturas y edificios públicos de los 3 países que pude visitar, fue una forma también de sentirme humilde ante la magnanimidad de una estética ignorada.

Por otro lado, el civismo que destilaron los escandinavos y el estupendo hospedaje por parte de la familia que me animó a visitar "aquellas tierras lejanas" contribuyeron enormemente al gusto por la contemplación.

Reconozco que recorrer países de "aquella manera", dejándome abrazar por una realidad distinta, para muchos o algunos puede ser tedioso o demasiado atrevido, sin embargo a mí me ha dado alas para continuar con mi rutina y también esperanza en creer que "otro mundo posible", a todos y cada uno de nosotros, con independencia de nuestra situación personal, nos espera a la vuelta de la esquina.