Decía Cela que el que resiste gana. Sánchez se aplica con brío a lo que apuntaba el premio Nobel y no duda en aplicar cualquier medida, la que sea, con tal de no perder el gobierno. Ha dado un giro a su gestión para abrazar algunas de las causas que defienden Podemos e incluso Bildu, como le apuntaba la portavoz Aizpurúa, que se ponía medallas como impulsora de algunas de las iniciativas tomadas por el Ejecutivo.

El Debate sobre el estado de la Nación está demostrando que Sánchez tiene contentos a parte de sus socios, pero empiezan a advertirse reticencias en otros, a pesar de que les ha anunciado algo que también buscaban: una nueva Ley de Secretos Oficiales. Sobre las reticencias, fue muy significativa la intervención del portavoz del PNV, un partido que se caracteriza por apoyar sistemáticamente al Gobierno de turno, sea del PP o del PSOE, porque del apoyo siempre sale algo positivo para los vascos. Aitor Esteban y el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, hace tiempo que muestran signos de distanciamiento con Sánchez, pues no les gusta los favores que hace a Bildu. En el toma y daca de Bildu con Sánchez, los dos partidos salen ganando: Sánchez, por el apoyo parlamentario a leyes polémicas, y Bildu porque ser socio del PSOE blanquea sus siglas y su trayectoria terrorista. Y así capta votos y pone en peligro la hegemonía del PNV.

El discurso de Sánchez de estos dos días ha entusiasmado a los incondicionales, pero ha incrementado la preocupación de quienes llevan meses estudiando las consecuencias de sus medidas económicas y el disparate de algunas de las iniciativas sociales que le ha impuesto Podemos. El propio Gabriel Rufián ha sido demoledor en su crítica a las propuestas económicas del presidente, aunque ya se sabe que los independentistas catalanes son expertos en el arte de teatralizar su posición.

Habrá que ver las próximas semanas el grado de firmeza de los apoyos habituales a Sánchez. En el Congreso no se ha visto muy contenta a Yolanda Díaz, quizá porque ha comprendido que el presidente ha hecho suyas algunas causas de Podemos, que no es precisamente el partido de sus amores; además, al asumir exigencias de Belarra y Montero, Sánchez amplia su espacio hacia la izquierda radical … y reduce el que esperaba ocupar Díaz con su plataforma.

El estado de la Nación es hoy más complicado que antes de que se celebrara el Debate sobre el estado de la Nación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios