LA TORRE DEL VIGÍA

Juan Manuel / Sainz Peña

Vaporcito

04 de septiembre 2011 - 01:00

LA última vez que me monté en el vaporcito de El Puerto fue hace tres o cuatro veranos. Fui con mi mujer y mi compadre Paco y su entonces novia a comer a Cádiz. El viaje de ida fue estupendo, con la mar en calma y nuestro espíritu achispado por las cervecillas que nos habíamos cargado en El Puerto antes de embarcar. Pero a la vuelta… Todavía recuerdo que nos subimos al barco con una tajá que por poco nos la cobran.

Nos lo pasamos genial, así que el recuerdo del emblemático barco de la Bahía no puede ser mejor.

Ahora se ha hundido y aunque el Ayuntamiento de El Puerto ha dicho que va a financiar el reflote, no sé si el Adriano III volverá a formar la postal de este rinconcito de España.

En cualquier país de Europa seguro que un símbolo como este sería mimado y financiado para que no se perdiera, porque todos los ciudadanos entienden que forma parte de la tierra donde viven. Pero aquí… Aquí no ha tenido más que hundirse para que en internet gaditanos, portuenses y también jerezanos hayamos perdido muy poco tiempo para tirarnos los trastos a la cabeza con inútiles reproches y reivindicaciones localistas de república bananera.

Unos reclaman la paternidad del barco y otros la rechazan aprovechando para lanzarse todo tipo de improperios en una actitud sonrojante que da que pensar.

Aquí, aunque son mayoría los que lamentan el accidente del vaporcito, también son muchos los que reman a contracorriente escudados en estúpidas rencillas que no son sino reflejo de una actitud propia de la ignorancia que nos invade.

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