Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Vuelta al tajo

El sistema de primarias se presenta como el ideal democrático, pero con él parece que no siempre se acierta

No sé si habrán observado que, por lo general, los días festivos y durante las vacaciones ocurren pocas cosas en la política y, cuando se vuelve a la actividad, se produce un tumulto de actuaciones, como si los de las vacaciones se quisieran hacer perdonar su inactividad. Es lo que ocurre ahora, cuando la presidenta de la Asamblea de Madrid, disiente de la línea oficial de su partido, pide elecciones primarias en el PP o cuando, ante un auditorio confortable de empresarios valencianos, el ex presidente Aznar formula una enmienda a la totalidad de la política de Rajoy. Por referirnos a otros partidos, el ex secretario general del PSOE Rubalcaba y el portavoz Hernando -el que convirtió el "no es no" de su jefe en abstención con más premura que la que tardó Pablo de Tarso en caerse del caballo- piden a los suyos que dejen a un lado los complejos para llegar a acuerdos con el PP si esto beneficia su política y la propia imagen. Y en fin, C's que, si de un lado asegura que la relación entre su partido y el PP es mejor de lo que parece, al mismo tiempo dice que el PP protege a Trillo, porque este sabe mucho de los casos de corrupción del PP o, cuando metiéndose en casa ajena, quieren que Rajoy no vuelva a presentarse en las siguientes elecciones.

Referirme con más detalle a estos episodios necesitaría de un espacio que no dispongo, pero conviene añadir algo más a alguno de ellos. Así, el tema de las primarias en el PP. Lo pide la Sra. Cifuentes y discrepa del sistema de elección previsto en su partido de una elección por compromisario en la que votan todos los afiliados y estos son los que votan el presidente. El sistema de primarias se presenta como el ideal democrático, pero los resultados que ha ofrecido en España parece que indican que no se acierta siempre. En la Iglesia católica son los cardenales y no todos los bautizados los que eligen al Papa y, modernamente, vienen dando buenos resultados, aunque está por medio la inspiración del Espíritu Santo, con la que no cuentan los políticos.

Lo de Aznar es de cuidado. Con su hablar pausado, como si cada palabra fuera una perla que regala al auditorio, después de asegurar que él tiene ya un partido que es el PP -pero renunciando a su Presidencia de honor y desvinculando a FAES del partido que la fundó y sostuvo-, critica la política económica seguida. Allí se habló de un nuevo partido a la derecha del PP. Supongo que será para seguir la moda de USA, y también europea, de más derecha.

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