Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Juanma Moreno ha prometido con la calculadora en la mano cien euros de ahorro en la factura del gimnasio y otros cien para los gastos de veterinario de las mascotas. No podía alcanzar a más andaluces con menos. Y de remate amplía las ayudas al alquiler. La ley de dependencia necesita mucha más tela para ser cumplida. La carrera electoral ha comenzado y se podría decir que Moreno ha realizado un buen servicio para Andalucía. Desde el liberalismo suave, ha presidido un cambio tranquilo, tras casi 40 años de socialismo. Presume de feminista, ecologista y andalucista. Y si tiene que reconocer que lo de Gaza es un genocidio, “lo reconozco”. Ha demostrado que es posible atraer a los votantes de Vox desde la moderación, sin atacar las políticas de inclusión y diversidad. No tiene nada en contra del paracetamol, ni le quitan el sueño los inmigrantes.
Sí le preocupa el posible desgaste entre los jóvenes que le votaron en 2019. ¿Siguen culpando al PSOE de todos sus males o señalan al PP atraídos por el populismo de Vox? El problema de Moreno no es María Jesús Montero. Ella le brinda, muy a su pesar, polémicas como la del cupo catalán. Y cuanto más nos acusen los independentistas de pagar menos impuestos “con el dinero de los catalanes”, mejor para él. Jordi Turull denuncia que Andalucía les roba y le da el botín a los dueños de las mascotas. Qué antiguo. Cierto que Junts lo paga todo de su bolsillo, ¿verdad? El auténtico desafío de Moreno, en realidad, reside en impulsar la transformación de Andalucía pendiente ante los retos que se avecinan, dando la vuelta a la Sanidad, la Educación y la vivienda, las grandes competencias con las que brega su Gobierno. Que a un docente le den plaza en Málaga no puede ser una locura por el alquiler. Y que los médicos se vayan por los salarios es sangrante. El impulso de sectores como las renovables, el agroindustrial, el aeronáutico o el de las tecnologías invita a pensar que Andalucía podrá liderar la economía digital, como dijo el director territorial de Telefónica, Joaquín Segovia, en la presentación de El Conciso. Y acierta Moreno al defender que, pese a los índices de paro y de renta, es innegable la pujanza de la tercera economía del país. Andalucía ya no acepta el papel de sirvienta, ni se anuncia como mano de obra barata, porque puede aspirar a lo máximo. Ha recuperado la autoestima. Pero si la Sanidad cojea, el informe Pisa aún nos suspende en Educación y la vivienda sigue siendo un lujo, el trabajo y las promesas se quedarán a medias.
También te puede interesar