Las dos orillas

José Joaquín León

El arte de colocarse

14 de abril 2009 - 01:00

TODO cambio de Gobierno origina un movimiento interesante: ha llegado la hora de colocarse. El que llega, Chaves por ejemplo, no es que venga con un pan debajo de un brazo, sino que se lleva a su gente de confianza. Esto origina huecos, que no se ahorran, sino que serán cubiertos por otros. Y así se alivian las estadísticas del paro. En Andalucía, donde los analistas de Unicaja auguran 1.100.000 parados, estos movimientos vienen bien, porque se crea empleo aquí y en Madrid.

Pero en Cataluña estas cosas del dinero, incluso dinero público, las miran con lupa. No es tan fácil enchufar a un colega. En CiU se ha liado una buena porque el eurodiputado convergente Ignasi Guardans ha aceptado la presidencia del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), a propuesta de la nueva ministra de Cultura, Ángeles González Sinde. El presidente de JNC, las Juventudes Nacionalistas de CiU, Gerard Figueras, ha pedido que Guardans sea expulsado por dos motivos: por aceptar un cargo del Gobierno español y porque CiU aboga por suprimir el Ministerio de Cultura.

A Ignasi Guardans no le ha importado que CiU, su grupo político, no tenga ningún pacto de Gobierno con el PSOE, ni siquiera que defiendan la supresión del Ministerio que le dará empleo. Guardans no formará parte de las listas de CiU al Parlamento Europeo y, según los que piden su expulsión, se encuentra "en una situación laboral delicada". Así que más vale el pájaro del Instituto de la Cinematografía en mano que las teorías de su grupo. Guardans tiene pedigrí histórico en el nacionalismo catalán, porque es nieto de Francesc Cambó. Y además adquirió cierta fama porque estaba en Bombay el día de la matanza, y le recriminó a Esperanza Aguirre que saliera corriendo en calcetines, mientras parte de la delegación madrileña y los eurodiputados se quedaban allí, a verlas venir. Pero ahora ha corrido él, de estampida, en cuanto lo han llamado para presidir el ICAA.

Zapatero sabe a quién debe llamar. Sea a un señor de CiU en apuros, o a una vicepresidenta que cae fatal en el Ministerio de Economía. Por eso, consigue prodigios como que el presidente de Andalucía sea ascendido a vicepresidente tercero y se marche contento. Después de 19 años en el poder andaluz ya estaría aburrido. Y después de ver cómo le sube el paro, por aquí y por allí, mejor que acepte un cambio de orientación, así se crearán algunos empleos en la Junta, aunque sean pocos. Peor hubiera sido que se quedara.

Casos de oportunidad como el de Ignasi Guardans no serán los primeros ni los últimos. Ha llegado la hora de colocarse, y sin necesidad de otras elecciones. En esta materia hay grandes artistas, que siempre han vivido con sueldo público.

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