Santiago Cordero
El Flamenco de los 90
Quizás
El acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el poder judicial es innegablemente bueno, por la sencilla razón de que los dos creen haber ganado y sobre todo por quienes son los que lo critican: Vox y Podemos. Nada muestra mejor a nuestros verdaderos amigos, que nuestros enemigos. Es pues una buena noticia que se ha recibido con satisfacción generalizada, porque nada aporta más tranquilidad a la ciudadanía que saberse tutelada por los acuerdos y no por la crispación y el enfrentamiento. Es bueno para todos, por lo que cabe preguntarse por qué han hecho falta cinco años para llegar a un pacto a todas luces positivo. Y la respuesta es que en nuestra sociedad hay personas y entidades a quienes les convienen las disputas y las trincheras, por la sencilla razón que viven muy bien de explotar los agravios y las heridas causadas por los otros. No construyen nada salvo a sí mismos, son tóxicos, y la mejor manera de combatirlos es actuando en dirección contraria a lo que ellos predican: es decir en favor de la moderación, la tolerancia y los acuerdos, haciéndolos posibles y no sólo argumentos marketinianos que el viento se lleva a las primeras de cambio.
Cuando escribo esto, quedan pendientes otros acuerdos como la gobernanza del Banco de España o RTVE. Confiemos en que se pueda seguir acordando en vez de practicar la política del derribo como único modelo de acción, porque unas instituciones sólidas benefician a todos. Pero si hay un acuerdo trascendental pendiente en nuestra sociedad es el que uniría a los partidarios de la España Nación única con los de la España plurinacional en un único proyecto común y solidario dentro de la Unión Europea. España nació de la suma de Reinos diferentes (Castilla, Aragón; Navarra y Granada) y más de cinco siglos después continuamos discutiendo sobre cual de las idiosincrasias de cada cual somete a la de los demás. A muchos nacionalistas vascos o catalanes, les sorprendería saber que antes de Zumalacárregui o Els Segadors, existieron Los Comuneros de Padilla, Bravo y Maldonado; o que el Reino Nazarí de Granada fue fundado en 1238, el mismo año en que Valencia fue conquistada por un Reino de Aragón que incluía a Lérida o Tortosa en las mismas fronteras que a Zaragoza. No se trata de que la Historia nos adormezca agarrados al pasado, sino que aprendamos de éste que llevamos mucho tiempo juntos y de que ya va siendo hora de llevarnos bien, como pobladores del mismo rincón del mundo que somos.
También te puede interesar
Santiago Cordero
El Flamenco de los 90
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Retorna la cultura francesa
Monticello
Víctor J. Vázquez
David Lynch, Consolatio mortis
Quousque tandem
Luis Chacón
Un parlamento de atrezo
Lo último