Disculpa que te perdone

Juan Alfonso Romero

Jerez, ciudad del caballo… de cartón

Se nos llena el alma y la ‘sinhueso’ presumiendo de nuestra ciudad. Pregonamos a los cuatro vientos que somos la cuna del flamenco, el vino y el caballo. Caballo de carne y hueso y también caballos de potencia si pensamos en el circuito.

Sin duda –nadie la debería tener a estas alturas–, Jerez es la ciudad del caballo, entre otras maravillas. Jerez ha sido bendecida con muchas cualidades que nos concedió el universo, la historia, la cultura y la tradición.

Ahora bien, si tanto es así, ¿cómo es posible que no podamos disfrutar jerezanos, jerezanas, ‘visitantos’ y ‘visitantas’ en la Cabalgata de Reyes pasada de un bonito y reluciente desfile de caballos? No me digan que es por seguridad…. porque los caballos de mentira, los caballos de cartón que desfilaron el pasado día cinco de enero en la Cabalgata ocasionaron un incidente con lesiones, parece ser que sin mucha gravedad, a un niño pequeño de cinco años de edad.

No es normal que en nuestra ciudad nos tengamos que quedar sin ver algo que es propio de aquí, que nos distingue, que tenemos la fortuna de tener como parte de nuestro patrimonio, de nuestros máximos atractivos culturales y turísticos. Tenemos la Real Escuela Andaluza del arte Ecuestre y muchas posibilidades alrededor del caballo. ¿No es posible coordinar con esta institución, por ejemplo, un desfile a la altura de Jerez el día de la Cabalgata?

Quizás se me escape alguna razón que desconozca para tener que privarnos en Jerez de un desfile de caballos el día de la Cabalgata y tener que soportar –sin quitarle mérito y respetando a los organizadores y figurantes– los caballos de cartón o mecánicos que desfilaron el pasado día cinco.

Y no es sólo la Cabalgata. Es que este año también he observado que muchos niños y sus familiares salían muy decepcionados y tristes del convento de Capuchinos cuando vieron que el famoso Belén no tenía ni un ‘animalito’ en su puesta en escena.

A este paso cualquiera día dirán que las pollerías no pueden exhibir los pollos dando vueltas en el asador. ¿Nos quedaremos sin esos riquísimos pollos asados con esa salsa tan maravillosa? ¿Qué pasará con la Feria del Caballo? ¿Prohibirán el paseo de caballos y enganches? ¿Veremos a los caballos tomando Tio Pepe dentro de las casetas y a las personas tirando de los carros y enganches?

En fin, crucemos los dedos porque esto se está poniendo muy ‘rarito’ y vaya ud condió.

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