Opinión

Pepe Marín

No todo es flamenco en estas tierras de viñas

EL diccionario de la Lengua Española en una de sus acepciones sobre la palabra Viña dice: “de todo hay en la del Señor”. Es por ello que, el contenido de este comentario, teniendo como referencia una frase tan sabia nos anuncia que, de todo ha de haber en la viña musical de esta nuestra tierra de viñas y, que no sólo de flamenco se alimenta el espíritu del aficionado o profesional. Los aires soleaeros que pudieran y pueden sonar en estos momentos en la voz, por ejemplo de Luis “El Zambo”, han de convivir –y de hecho así ocurre-, con otras músicas que muchos señalan como cultas y que conviven con las siempre aplaudidas populares, planteándose siempre la disyuntiva de separar una de otra ya que todas las músicas, las que tienen el respaldo de violines y las que lo tienen de la guitarra, “han de revitalizar el ánimo y la confianza en la condición humana” como tan certeramente ha escrito Luis Eduardo Aute, prologuista del más reciente trabajo discográfico del jerezano Fernando Polavieja titulado La Amante, con un total de 12 canciones, musicadas por el propio cantor, extraídas de las 68 que conforman el libro del mismo título al que Rafael Alberti dio forma durante su viaje a tierras burgalesas, cántabras y vizcaínas en compañía de su hermano Agustín quien aprovechaba el hecho de acompañar a su hermano poeta para vender los vinos de nuestra tierra; olorosos, finos y amontillados, como representante de los mismos.

Fue en 1986, al cumplirse los 50 años del fusilamiento de Federico García Lorca cuando la Diputación de Cádiz, a través de su diputado de Cultura nos propuso a Polavieja y a mí protagonizar un trabajo discográfico –en aquellos años versión casette- conmemorativo de dicha trágica fecha y que titulamos “Canciones y poemas de García Lorca” para el que contamos con la colaboración del recordado José Ramón Fernández Lira a quien responsabilizamos del diseño para la portada.

El trabajo en común tuvo sus dos señaladas partes musicales: la correspondiente a mi trabajo como recitante –término que gustaba sobre el de recitador a Rubén Darío- estuvo más en la vena flamenca al dar vida a “Romance sonámbulo”, “La monja gitana”, “Romance del emplazado”, “La sangre derramada” y “La guitarra”, con el afortunado e inspirado respaldo guitarrístico de Manuel Lozano “El Carbonero” y José Luis Balao. A Fernando Polavieja correspondió el apartado de los temas amorosos, los valses y sonetos con el apoyo del violín de Luis Barrera. No era flamenco a la usanza, pero la poesía de Lorca se aproximaba y, las guitarras respondieron con toques eminentemente flamencos. La otra mitad del trabajo fue canción musicada con lo que cumplíamos con creces la idea para la que fue creado dicho trabajo y que, una vez concluida la grabación, realizada en Chiclana, la Diputación de Cádiz quiso que lo placeáramos por algunas localidades de la provincia tales la propia Cádiz, Jerez, El Puerto, San Fernando y Algeciras en su Teatro Florida, acompañados en nuestro recorrido por el ya referido diputado provincial de Cultura.

Fueron unas jornadas espléndidas que con aire flamenco –guitarras- y música clásica –violín-, cumplimos ampliamente con nuestro cometido de propagadores del dicho que encabeza este comentario: no todo es flamenco en esta tierra de viñas. Un proyecto que se amplía ahora por voluntad y trabajo de Fernando Polavieja con un nuevo disco, titulado “La amante” en el que el intérprete cuenta con la colaboración del Cuarteto de Cuerda Totem Ensamble para dar forma y vida a los ya referidos textos de Rafael Alberti, después de que en el año 2000 protagonizara una anterior incursión en la obra del portuense tras haber dado forma al CD “Marinero en tierra”, quizá la obra más difundida del poeta. Resta por reseñar que el Grupo Joly apostó por “La amante” y durante un tiempo tuvo la deferencia de insertar su aparición en los periódicos del Grupo.

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