Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
El olvido -de puro malabarista- juega al diábolo con el tiempo. El tiempo juega al aro con los hechos consumados. Los hechos consumados juegan a la gallinita ciega con la versión de los testigos presenciales. Las narraciones intrageneracionales superan con creces el jaque mate de la amnesia colectiva. La hemeroteca es un tablero de damas con fichas no necesariamente negras o blancas. La intrahistoria genera su escala de grises. Tal día como hoy, 17 de noviembre, Jerez se tornaba color sepia si nos remontamos 89 años atrás: 1936. Jerez se atrincheraba a la retaguardia del pavor social que proyectaba la guerra. Anochecía pronto, acaso por la omnipresencia del telón negro de la contienda fratricida. Las familias se alistaban en la cautela como norma de conducta. Posiblemente la discreción e incluso la anonimia eran salvoconductos de supervivencia. Aquella jornada, martes, amaneció nublada. Poco antes de las nueve de la mañana una lluvia menuda desempolva, primero, y barniza, minutos más tarde, las imágenes a medias borrosas, que gravitan en el pensamiento del teniente Mantaras. Álvaro Rivero, el alférez Sacrificio, y tantos otros, dialogan al término de una noche en vela. Ellos son parte de Jerez en el frente…
Comenzaban su luna de miel en la ciudad Pepa Alcón Revueltas y el oficial del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda Julio Clavijo Romero. El enlace matrimonial fue bendecido, en la tierra sanluqueña, por el presbítero Francisco Casado Ramos, actuando de padrinos María del Carmen Pérez y Antonio Cuevas. Regresaba a esta tierra del vino y el caballo, de su viaje a Sevilla, Manuel de Ysasi y García del Salto. La alcaldía emite una nota, rubricada por el alcalde Rico Cortés, a través de la cual queda terminantemente prohibido el trabajo los domingos, a excepción de aquellas industrias que tengan relación con los servicios militares. Las cocinas económicas de San Vicente y El Salvador reciben del Ayuntamiento cinco kilos de carne de vaca, cuatro de cabra y catorce de cerdo.
La publicidad de González Byass redactaba lo siguiente: “¿Convertir lo serio en risa?/ ¡Sépalo usted de una vez!/ Eso sólo se consigue…/ ¡con el vino de Jerez! Bauticé sus alegrías con jerez González Byass”. En la calle Beato Juan Grande se encontraba la oficina del agente en Jerez de fino ‘Inocente’, de Valdespino, cuya titularidad ostentaba CarlosZarzuela Rodríguez. Francisco Benítez López era el distribuidor de automóviles ‘Austin’. Para todo lo relacionado con la mecánica, Salvador Díaz Aguirre -con sede en calle Circo 5-. Los jerezanos brindaban con un Domecq. El reformado Hotel Comercio, sito en calle Doña Blanca 3, privilegiaba precios espaciales para el ejército. En las hermanitas de los Pobres se celebra el jubileo circular. Como todas las noches de noviembre, en la iglesia del Carmen, a las seis de la tarde, se convocaría el ejercicio del mes de Ánimas, concluyéndose con solemne responso. También en San Pedro, y asimismo a las seis de la tarde, igualmente el piadoso ejercicio del mes de Ánimas. Los Desamparados acoge devota novena para rogar a Dios por las almas de todos los fieles difuntos y muy particularmente por las de los hermanos fallecidos de la cofradía del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas y Nuestra Señora de la Mayor Aflicción.
Los vinos de mesa Corrales -tintos y blancos-, con servicio a domicilio, se despachaban directamente en calle Prieta 9. El Instituto de Análisis -fundado en 1912-, sito en calle Bodegas 18, procuraba análisis industriales -vinos, licores, tártaros, minerales, aguas, drogas-, análisis agrícolas -abonos, tierras, productos agrícolas y de ganadería- y análisis clínicos -orina, sangre, esputos, leche, serodiagnósticos, Wassermann-.
Tipografía Moderna -toda clase de impresos, folletos y revistas- presenta nuevo domicilio: calle Santa María 19. En las Angustias 11 mantenía abiertas sus puertas la agencia exclusiva para la provincia de Cádiz de D.K.W. -de la marca Auto Unión-. Los folletos promocionales dictaban que “por cada artículo alemán que se venda en España, Alemania comprará productos españoles por idéntico valor. Estableced así nuestra exportación. Vea estos autos”. A las cuatro de la tarde fue conducido al Cementerio Católico el cadáver de la señorita Isabel Aparicio Ortega, de 34 años de edad. Su madre Rosario, hermanos, hermano político, tíos, tíos políticos, sobrinos, primos, director espiritual y demás parientes y afectos rogaron la asistencia a las exequias celebradas en la iglesia de la Merced. Vivía precisamente en la calle del mismo nombre número 40.
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