Jerez, 6 octubre de 1907: José Moreno, Felix Butler y Antonio Sánchez

Hoy es 6 de octubre y a tal fecha exacta nos remitimos. Pero ni por asomo del presente año 2025: más bien situémonos en el tiempo de maricastaña. Arte del birlibirloque con efecto retroactivo. Del presente, a paso de siete leguas, corriendo hacia atrás. Nunca a la pata coja. Tampoco la pernera desentrenada. Retrocedamos a velocidad de crucero -desandando la intrahistoria- hasta arribar en el año de la pera: valga decir: 1907. En la casilla del juego de la oca del calendario -no elegido al buen tuntún- aparece el letrero del día de la semana: domingo. Los jerezanos se quejaban, y no con falta de razón, de la montonera de basura que se acumula en la cuesta de Orbaneja. Este lugar era, por descontado, el rigor de las desdichas pues, a más inri, el pavimento entonces se estaba desempedrando día a día. Hasta aquí todo correcto. Pero el handicap no se hizo esperar: los rateros prácticamente desde el inicio de estas obras andaban sustrayendo los cantos del murillo de la escalinata.

El día 5 de octubre enseguida se nubló para José Ruiz Gutiérrez -natural de Villaluenga del Rosario y sin domicilio en ésta-, obrero del campo del cortijo ‘Las Cabezas de Caulina’, quien fue trasladado a la Casa de Socorro sin mayor demora. Manifestó José que hacía tres días había sido víctima de una picadura de insecto en el párpado del ojo derecho y, si bien de principio no le otorgó la más mínima importancia, pasadas tres jornadas apareció de pronto una inflamación de preocupantes proporciones. Reconocido por el médico de guardia, señor Arrans, certificó que en realidad el señor Ruiz sufría una pústula maligna considerada a todas luces bastante grave. Tras las primeras curas, fue conducido al Hospital Santa Isabel. La publicidad difundía casi a bombo y platillo las curativas aguas de las fuentes frías de ‘Saint Luis’, las únicas que, embotelladas y a domicilio, combatían las dolencias del estómago, riñones, vejiga, albuminuria, etcétera.

Con motivo de la festividad de la Santísima Virgen del Rosario se celebró el 6 una solemne misa cantada en la iglesia de Santo Domingo a las once de la mañana. Terminado el santo sacrificio ocupó la cátedra el padre Inocencio Fernández, prior de los dominicos. Por la tarde salió procesionalmente la imagen de Nuestra Señora. El Teatro Eslava registró en la noche del sábado 5 un lleno absoluto de público: los jerezanos respaldaron masivamente la presentación del trabajo de Mme. Zaida en el sueño aéreo. Este sábado también tuvo que ser trasladado a la Casa de Socorro el empleado José Moreno Mejías, trabajador para más señas de la Bodega Marqués del Mérito. Al cargar una vasija de ocho arrobas… de repente se le vino encima produciéndole una aparatosa herida en la frente. Finalmente no presentó gravedad alguna.

El ‘Almacén de Música’ de Rafael de Rojas anunciaba en sus folletos de publicidad lo siguiente: “Pianos e instrumentos de orquesta y banda. Gran surtido de obras musicales. Música religiosa litúrgica, antigua y moderna, conforme al decreto ‘Urbi et Orbi’ de la Sagrada Congregación de Ritos y al ‘Motu Proprio’ de S. S. Pío X. Especialidad en cuerdas para violines y guitarras. Cañas para clarinetes y accesorios para toda clase de instrumentos”. Los abonos minerales ‘Otto Medem’ triunfaban -eran de curso común- en Valencia, Barcelona y Bilbao. Por descontado también en Jerez de la Frontera, con sede en Cartuja 11. El agente era Manuel Neira.

En calle Larga 11: la relojería de Felix Butler: “compostura de relojes de bolsillo y despertadores a 3 pesetas; de relojes y pared y sobremesa a 5 pesetas”. La farmacia del doctor Luque despachaba vino de yodo ‘Matute’. El abogado Antonio Sánchez Guerrero trasladó su domicilio y bufete de la calle Doña Felipa 4 a la calle Caballeros 36. ¿Las mejores medicinas para las familias? Las píldoras y ungüento de ‘Holloway’. “Las píldoras purifican la sangre, fortalecen los nervios y el sistema; curan la falta de apetito, indigestión… y toda clase de males cutáneos y males de pierna”. Elaborados únicamente en el 78, New Oxford Street, Londres y vendidos por “todos los boticarios del mundo entero”.

7.000 pesetas era el precio de una viña en Montealegre alto, con casa. Y 1.000 pesetas una magnifica mesa de billar, de palos, en perfecto estado. Espigando la publicidad de la fecha que nos ocupa, hallamos esta curiosidad: “Tónico-genitales del Dr. Morales. Célebres píldoras para la completa y segura curación de la impotencia, debilidad, espermatorrea y esterilidad. Cuentan con 39 años de éxito y son el asombro de los enfermos que las emplean. Principales boticas a 30 reales la caja, y se remiten por correo a todas partes. En Jerez, droguería de A. Barrero”.