La materia de los sueños y tres proyectos a la jerezana

‘El sueño’, de Salvador Dalí.
‘El sueño’, de Salvador Dalí.

27 de octubre 2023 - 05:00

William Shakespeare escribió -con letra inglesa de pluma de cisne- que todos estamos hechos de la misma materia de los sueños. ¿La misma? Otorguemos a este aserto de Shakespeare la interpretación que mejor se adecúe a nuestro modus operandi. Sin titubeos. Audere est facere. El versátil autor no sólo construyó una frase resonante. De musicalidad literaria. No jugó -de bóbilis, bóbilis; de balde- con la imagen conceptual -con el recreo de las palabras- al hilo del diestro manejo del idioma. De hecho no se trata de una aseveración migratoria -raída por el paso de los siglos- en tanto mantiene la hélice de su vigencia. El pragmatismo de su modernidad. Su valor instrumental. No sueños como sustancia de irrealidad, sino como potencial de un ideario que a menudo se encocora más de lo previsto. No sueños como el inaprensible universo onírico cuyas secuencias -y consecuencias- acontecen mientras -acogotados en los brazos de Morfeo- pegamos la oreja a la almohada. No sueños como prólogo de una alucinación. Pero…

Sí sueños como meta, como objetivo, como proyecto, como dimensión (enriquecedora), como apuesta firme por una idea, por una responsabilidad o corresponsabilidad social. No siempre debemos apelar al drama de Calderón: “que toda la vida es sueño/ y los sueños, sueños son”. El valor del término es plural. Los optimistas de condición apostamos por la ‘fuerza del sino’ -el duque de Rivas dixit- de los vientos que soplen a favor -y nunca a beneficio de inventario-. De ‘La interpretación de los sueños’ de Sigmund Freud a ‘Los sueños’ de Francisco de Quevedo dista un abismo. Incluso entre los mismos relatos de esta última obra surge el antagonismo temático: de la indulgencia pasa a las antípodas de cualquier propósito piadoso (o de la sátira más cruda al enternecedor sentido del humor). Sueños como piezas de un collage de libertad interpretativa. Los sueños, en positivo, también han de considerarse primera fase de una experimentación. De una iniciativa bienintencionada.

Sirva el introito para anticipar -sólo a medias- tres sueños a la jerezana cuya exégesis está fraguándose estos días. Tres enfoques, tres acciones, tres decisiones, que, Deo volente, pronto serán propuestas de valor. Lo suelto a porta gayola. “Perdona, que entré sin llamar”. Así comienza la canción ‘Historia de un sueño’ de la Oreja de Van Gogh. ‘Todo comenzó con un sueño’ es el título del libro de Yolanda Ruiz Rodríguez. Aquello que comienza a rodar ya es una realidad -y no una virtualidad- en marcha. Permitidme constatar una primera buena nueva. Ayer tarde se llevó a cabo, en el obispado de Asidonia Jerez, la primera asamblea del profesorado católico de centros privados, públicos y universidades. Responde a un nuevo proyecto de la Delegación de Enseñanza. El fin es del todo plausible. Como bien se hace constar; “en el ámbito eclesial no sólo los profesores de religión trabajan por una educación integral en la que los valores del Evangelio ocupan un papel

fundamental: también hombres y mujeres de cualquier campo de la enseñanza se ven motivados por su fe para hacer de su trabajo una herramienta de amor, de compromiso con los demás y de lucha por la paz y la justicia social”. No me negarán que este prisma, esta invitación -este sueño de ojos abiertos- no merece, ya de entrada, la felicitación más efusiva. La misión evangelizadora es razón de ser también de los profesionales de la Educación. La enseñanza en clave cristiana comporta análisis y retroalimentación. ¿Verdad que sí, Lala Prieto?

Otro sueño que actualmente se incuba en la ciudad reúne a representantes de distintos poderes fácticos o fuerzas institucionales de Jerez. Grosso modo. Comisión al canto. El motivo es justo y entrañable. Tributo muy guerrero. De perpetuación de la memoria. Con nombre propio. Poco más he de adelantar. Pronto saldrá a la luz la conformación y la confirmación de cuanto aquí tan sólo se aboceta. Se cuece algo bonito. Quienes -de un modo u otro, directa o indirectamente- andamos metidos en el ajo reconocemos el porqué de tan noble causa. En apenas una semana podremos anunciar el quid de la cuestión. Por último un tercer sueño -ya acunado justamente con nana de dulce despertar- adquiere naturaleza de voces experimentadas en formato radio: pro, por y para las tradiciones jerezanas, la actualidad sociocultural, el día a día del sector empresarial, el rescate del ayer inmediato, etcétera… Formación, pedagogía, reflexión, entretenimiento… Antes que después, todos los datos sobre la parrilla informativa. Pongamos, mientras tanto, música a lo aquí expuesto. Como anuncio de cuanto enseguida ya nos llega. Soñemos con las manos en la masa, con el mazo dando, con la voluntad sobre el esfuerzo. Escuchando ‘Sueños’ de Diego Torres, ‘Imagine’ de John Lennon, ‘Hecho con tus sueños’ de Maldita Nerea, ‘Son sueños’ del Canto del Loco o ‘No dejes de soñar’ de Manuel Carrasco. Mismo motor, misma sensibilidad… Misma materia.

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