Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Estamos de enhorabuena. Posiblemente no todos sepan el porqué. Ni desde cuándo. ¿Golpe de suerte, tal reza la canción de don Osvaldo? ¿Astros alineados en aras de los cristianos jerezanos? ¿Quizá nos ha tocado la lotería -impacto de gracia espiritual- en negro sobre blanco (sn necesidad de escritura)? ¿Cantamos bingo con la fortaleza de la Fe mercedaria? ¿Cayó sobre el devenir de Jerez ‘La buena estrella’, tal el título de la película de Ricardo Franco? ¿’Don Álvaro o la fuerza del sino’, según Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido como duque de Rivas? ¿Un regalo de Dios para la ciudad? ¿Casilla nuestra en la ruleta de la fortuna? ¿La ventura con nombre propio y apellidos extranjeros que no estaban en los escritos de papel de seda? ¿La inesperada compañía del bienaventurado? ¿Cómo podemos calificar que habite entre nosotros el sacerdote mercedario -natal de Camerún- Fabricio Kamgang Toumeni? El señor ha querido premiarnos. Este joven es gloria bendita. Es mano de santo. Su discreción quizá mengua la fama que merece de norte a sur de la ciudad. Tamaño discípulo de Cristo no representa ‘La insoportable levedad del ser’ -como así la célebre novela de Milan Kundera- sino la perdurable suavidad del estar. Del estar en comunión con la Iglesia. Del estar inscrito en los postulados de la empatía. Del estar asociado a la permanente jovialidad del risueño por antonomasia.
Fabricio parece esculpido a partir de moldes de ángeles querubines. Un barroco de la modernidad. Transmite y trasmina Evangelio. Jamás un ápice de ninguna superioridad en su carácter. Nada queda descompensado ni descompaginado cuando comunica. Contagia sencillez. Interactúa como un forjador de cercanías. En su verbo el gentilicio redacta evaluaciones de igualdad. Días atrás pude observar, de mañana, cómo Fabricio recibía a los niños de Jerez en la Basílica. La ocasión, de nuevo, se presentaba que ni pintiparada: el 13º aniversario de la ofrenda floral de los colegios jerezanos a Nuestra Señora de la Merced Coronada. Este acto -cuyo origen organizativo se remonta a los históricos miembros de la tertulia ‘El muñidor’- ya forma parte de la costumbre inmaterial y de la guía secreta del Jerez septembrino. Como de aquel grupo tan entusiasta encabezado por el recordado José María Prieto Guinea, ya prácticamente sólo resta en activo el bueno de Pepe Carretero, y en evitación de que tan masiva visita colegial de los chiquillos a la Morena Patrona pierda fuelle o desaparezca de raíz, este año ha retomado la encomienda la Hermandad del Transporte, con su hermano mayor Manuel Fernando Monje Virués de Segovia al frente. Dígase que los cofrades del Domingo de Ramos toman el relevo de la hermosa idea llevada anualmente a efecto por los venerables integrantes de ‘El muñidor’. ¡Acertada decisión tan necesaria como mancomunada!
¿Qué colegios han participado in situ a las claritas del día -nunca al alba ni tampoco después del mediodía- en la ofrenda floral de esta edición 2025? Colegios como San José, Montaigne, Hijas Sagrado Corazón (Montealto), Jesús María el Cuco, La Salle Buen Pastor, la Salle Sagrado Corazón, La Salle San José, Manuel Lora Tamayo (Salesianos), María Medianera (las Esclavas), Madre de Dios (Hijas de la Caridad), Nuestra Señora del Rosario (Beaterio), Oratorio Festivo (Salesianos), San Juan Bosco (Salesianas)… También, de Educación Infantil, el Pilar (Marianistas), La Salle Buen Pastor, colegio San José y San Juan Bosco (Salesianas). ¡Chapeau por la cofradía en la que antaño trabajaron a destajo cofrades de la talla de Diego Conde o Juan Peña Tejero! ¡El cariño dispensado y las atenciones al detalle merecen esta felicitación pública!
Ni que decir tiene la ternura y la hermosa pedagogía cultivada por Fabricio para con los chiquillos. Cómo en apenas treinta minutos -¡qué media hora más divertida y a la vez más doctrinal!- supo inculcar enseñanzas, risas y rosas, historia y devoción mariana a los pequeñines allí congregados. Fabricio dejó que los alumnos se acercaran a la realidad de la Virgen de la Merced. Porque Ella es la madre del hijo que sostiene entre sus manos y de todos los niños de este Jerez que hoy la espera con los brazos abiertos…
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