Las novelas españolas de 1970-71

EN nuestra investigación en torno a la novela española del siglo XX, con destino a la redacción de un trabajo al respecto, nos hemos encontrado con la riqueza que el género alcanzó hace ahora treinta años, con una serie de títulos que gozaron del beneplácito de la crítica y el favor de los lectores. Son novelas aparecidas durante el curso 1970-71, que merecen ser recordadas y recomendadas a los seguidores de la mejor narrativa nuestra. De ahí que nos parezca oportuno reseñarlas, para que el atento lector que guste leerla o releerlas, las encuentre en los anaqueles de su biblioteca personal o en los de las públicas.

Son las siguientes: "La Madama" (Plaza & Janés), de Concha Alós, ambientada en la posguerra y sus circunstancias ambientales y vitales; "Adiós" (Prensa Española), de Luis de Castresana, protagonizada por la Muerte con mayúsculas; "El miedo" (Planeta), de Manuel Barrios, que trata de los escondidos tras la contienda civil; "El hombre de la cruz verde" (Andorra), de Segundo Serrano Poncela, historia vivida por los intelectuales republicanos; "Jugador solitario" (Plaza & Janés), de Eduardo Tijeras, cuyo personaje central vive en una permanente náusea existencial; "Vísperas" (Andorra), de Manuel Andújar, que refleja el mundo social de principios del siglo; "Un puño llama a la puerta" (Ediciones 29), de Cristóbal Zaragoza, sobre la figura del exilado que vuelve treinta años después; "El distinguido delegado" (Destino), de J. A. Giménez-Arnáu, que plantea el clásico problema diplomático; "Como la tierra" (Planeta), de Luisa Llagostera, que narra un singularísimo viaje en autobús; "Un sitio para Soledad" (Plaza & Janés), de Antonio Pereira, espléndida biografía de mujer; "Una semana de lluvia" (Destino), de Francisco García Pavón, donde el personaje dilecto del autor, el detective Plinio, resuelve asesinatos; "Torremolinos, Gran Hotel" (Alfaguara), de Angel Palomino, en torno al devenir en la Costa del Sol; "Antifaz" (Seix Barral), de José María Guelbenzu, sobre los sentimientos de la juventud; "En el tiempo de los tallos verdes" (Destino), de Ramiro Pinilla, que revela las vivencias de un niño en una silla de ruedas; "El Giocondo" (Planeta), de Francisco Umbral, que trata de ese amor que no quiere decir su nombre; "Una meditación" (Seix Barral), de Juan Benet, irónica visión de la sociedad; "La sotana colgada" (Planeta), de Manuel Ferrand, panegírico de los curas jóvenes; y "Correo de sombra" (Planeta), de Julio Manegat, las cuitas de una madre soltera.

Podríamos añadir otros tantos títulos de excelentes novelas españolas, publicados en el curso 1970-71, pero consideramos que bastan y sobran los enumerados, para dar razón del auge de la novela española en la antepenúltima década el pasado siglo. Pueden comprobarlo.