Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

El acontecimiento que más celebro tras los Reyes Magos es la disminución en la emisión de los anuncios de perfumes, que no perfúmenes ni perjúmenes, como dice la canción. Cada vez que me sentaba frente a la caja tonta y se anunciaba una fragancia, en mi mente chisporroteaban cables intentando descifrar la historia detrás de ese bote de oloroso y caro líquido con el que perfumamos nuestro cuerpo la mayoría de los mortales.

Algunos pueden permitirse gastarse la pasta en su esencia favorita, otros cruzan los dedos para que alguien se la regale. Una gran cantidad de seres racionales no sucumben a las grandes marcas y tiran de imitaciones o de aquellas que son más asequibles.

En un mercado donde parece que ya todo está inventado, los creativos encargados de los guiones de los anuncios deben estar tomando alucinógenos porque no entiendo qué nos quieren contar: creo que ni ellos mismos lo saben. Eso sí, hay elementos que se repiten en todos ellos: como escenario puede valer una playa, el desierto, un barco, una calle en obras y un mundo imaginario lleno de flores. Como aderezo perfecto los tacones que no falten, los vestidos de lentejuelas, el color dorado y trajes de baño minúsculos; los hombres no se saltan la dieta y las mujeres siempre tienen piernas infinitas.

Como hilo conductor el lujo, la belleza, la elegancia y la seducción: labios turgentes, miradas de deseo, bocas abiertas, manos que rozan abdominales imposibles y de repente la morena sale volando montada en un caballo rosa que la lleva al paraíso tras rociar esencia de pachuli sobre su cuello. También puedes hacer como Johnny Depp e irte al desierto a cavar un agujero y enterrar el collar de macarrones que te regaló tu hija por el Día del Padre: el polvo que levantaste al llegar haciendo un trompo con el coche no se va con una ducha…

¿Se puede hacer un anuncio más cercano a la realidad, por favor? Escena 1: Chica de 1,60m, con vaqueros y abrigo de lana heredado de su abuela sale de casa para ir a trabajar. Antes de llegar a la oficina entra en un Primor para echarse a escondidas un perfume que vio en una reseña de una revista: se echa la fragancia en las muñecas, en el cuello, sobre la ropa y rocía el interior del bolso. Escena 2: A la media hora ya le duele la cabeza y se arrepiente de haber gastado medio bote del probador. Sus compañeros de trabajo la evitan en la zona de descanso y está deseando llegar a casa para ducharse, lavar la ropa y quemar el bolso. Escena 3: Fundido a negro en la pantalla donde se ilumina el bote como si fuera un cantautor en una sala de conciertos. Mensaje final: Eau de Inolvidable, con un 20% más de esencia: te durará toda la vida, como el abrigo de tu abuela.

Si quieres ser irresistible y que esa persona que te gusta caiga rendida a tus pies no hace falta que te gastes tanto dinero: intenta oler a pan recién hecho, a napolitana de chocolate o a croquetas, así tendrás el éxito asegurado.

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