Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
No se me ocurre otro titular, lo siento. Cada vez que paso por el polígono industrial El Portal (y lo hago con bastante frecuencia) lo veo peor, más sucio, más viejo, más dejado. Apesta. Será la cercanía de la depuradora o la podredumbre que se respira por los cuatro costados, pero da verdadero asco pasar por un lugar que debe ser (de hecho lo es) un nido donde se genera riqueza y empleo, y verlo convertido en una descomunal vertedero y un cementerio de hormigón y hierro, con cadáveres de naves que en su día debieron ser un sueño, un proyecto, una idea, y ahora forman parte de un paisaje aberrante y descuidado.
Solo se salvan aquellos establecimientos cuyos propietarios (imagino que con no poco esfuerzo) mantienen la dignidad del lugar donde residen sus oficinas, sus negocios. Pero lo cierto es que pasar por allí es deprimente y uno quiere salir de allí cuanto antes, mejor.
Con todo, lo peor es que también es una entrada a Jerez, y la impresión que se lleva el que llega a la ciudad será horrible: para darse la vuelta a toda pastilla.
No, no vamos a pedir que los polígonos industriales sean sitios bonitos ni lugares de visita, pero uno va al Parque Empresarial y es otra cosa (de acuerdo, tiene muchos menos años). Hay zonas verdes, la grama está cuidada, regada. El acerado está perfecto y no hay vestigio alguno de escombros. Últimamente hasta se ha instalado una conocida firma de pizzas que aún le está dando más vida al lugar.
No creo, sinceramente, y trato de hacer una crítica lo más constructiva y objetiva posible, que los empresarios radicados en El Portal se merezcan semejante basurero y semejantes olores nauseabundos. El empresario es el que crea tejido empresarial, y por lo tanto riqueza y empleo. Vamos a darle un lugar y un entorno digno para ello.
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