III Día Europeo del Enoturismo

Antonio Arcas De Los Reyes

Las rutas del vino

13 de noviembre 2011 - 01:00

LAS Rutas del vino tienen su antecedente más próximo en las Rutas turísticas generalistas, entendidas estas como una agrupación o cluster de actividades y atracciones que incentivan la cooperación entre diferentes áreas y que sirven de vehículo para estimular el desarrollo económico (Briedenhann y Wickens, 2003), incluyendo una serie de elementos que las caractericen y las definan como destino turístico.

Una primera aproximación al concepto de Rutas del vino podemos concretarlo en la definición de uno o varios itinerarios a través de la propia área geográfica, perfectamente señalizada, donde se indiquen las diferentes bodegas y demás lugares relacionados con el vino, suministrando además información sobre lugares históricos u otros de interés (Hall et al., 2000). Otra definición de lo que podría entenderse por Rutas enológica se encuentra en la legislación italiana, donde se considera que las Rutas del Vino son "los recorridos señalados y publicitados con paneles especiales en los cuales se insiste en los valores naturales, culturales, medioambientales, viñedos y bodegas, explotaciones agrícolas individuales o cooperativas abiertas al público; estos constituyen el instrumento con el cual los territorios vitivinícolas y sus producciones relacionadas pueden ser divulgados, comercializados y disfrutados en forma de oferta turística" (Elías, 2006).

El diseño de una Ruta turística deben basarse en la necesaria construcción de la misma, y en nuestro caso las Rutas del Vino y Brandy del Marco de Jerez (RVBMJ) tiene sus antecedentes en la creación en 1994 de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y más concretamente en el Plan Integral de Calidad del Turismo Español 2000-2006, elaborado por la Secretaría General de Turismo, que inició los trabajos de diseño y certificación de Rutas del vino oficiales. El Plan Integral de Calidad del Turismo Español 2000-2006, incluía entre otros, un programa denominado "calidad en los productos turísticos", cuyo objetivo era trabajar en el diseño de la oferta de productos turísticos y en su creación y desarrollo para avanzar con la finalidad de la diversificación y la desestacionalización de la actividad turística en España.

Una de las apuestas de este programa fue la acción decidida por la creación de "Rutas del Vino" en España. En este programa se definió a una Rutas del Vino como "la integración bajo un mismo concepto temático de los recursos y los servicios turísticos de interés, existentes y potenciales, de una zona vitivinícola, planteados desde la autenticidad y la vocación vivencial, con el fin de construir un producto desde la identidad propia del destino, de facilitar la comercialización conjunta de toda la zona y de garantizar el nivel de satisfacción de la demanda, impulsando así el desarrollo económico-social integral de la misma" (Secretaría de Estado de Turismo, 2000). En definitiva, la creación de una Rutas del vino es también una oportunidad de crear sinergias entre diferentes actividades turísticas como sería el alojamiento, la gastronomía local, la venta de productos artesanos típicos de la zona,…

Uno de los aspectos fundamentales del producto enoturístico de la RVBMJ, es su comercialización, sujeta a una serie de condicionantes y entre las que podemos destacar: la actividad específica que la distinga y la diferencie de otras; que tenga un nexo de cohesión común (elemento clave para que el turista se sienta atraído por este tipo de turismo); la red viaria para desarrollar los itinerarios turísticos; y los puntos de referencia para el inicio y finalización de los itinerarios.

En general el enoturismo se ha desarrollado en base a Rutas turísticas caracterizadas por la existencia de múltiples atractivos tanto naturales y culturales, como temáticos. Los componentes de la experiencia del turista en una Rutas del vino pueden ser entre otros: la visita a una bodega, la contemplación de un viñedo, la entrada a un museo, la degustación de la gastronomía propia de la zona, la visita a un centro de información vitivinícola, la contemplación de paisajes, la compra de vino y el alojamiento en lugares relacionados con esta temática. En definitiva, la Rutas turística enológica es la suma del esfuerzo, y la movilización sinérgica, de muchas empresas públicas y privadas.

Considerando que el producto enoturístico global, está integrado por diversas ofertas, para crear una Ruta turística del vino es imprescindible, asimismo, establecer una serie de alianzas entre las diferentes agentes públicos y privados encargados de prestar los servicios correspondientes. Esta alianza debe basarse, además, en la cooperación, elemento clave en el enoturismo, y sobre la premisa de que todas las empresas vitivinícolas y turísticas van a salir beneficiadas si se desarrolla (o potencia) esta tipología de turismo en la zona. Por ello, resulta imprescindible establecer bases con la finalidad de cerrar acuerdos o alianzas entre los oferentes. En este sentido, la Asociación RVBMJ, tiene por objeto, con carácter general, contribuir a través del enoturismo al desarrollo económico, social y cultural de todo el Marco de Jerez, tanto en su vertiente urbana como rural.

Por último, conviene señalar que este tipo de organizaciones deben tener una participación de todos los interesados en su funcionamiento y mantenimiento, una contribución financiera de todos sus socios, una gestión y dirección por parte de profesionales, la existencia de un espacio propio, con un centro de recepción de visitantes, donde se ofrezca información, aprendizaje y venta de vino (y otros productos típicos de la zona), y una determinada filosofía del proyecto buscando la rentabilidad tanto económica como social.

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