¡Siempre Xerez CD!

El convulso siglo XXI del xerecismo

25 de agosto 2025 - 05:15

EN este último cuarto de siglo que llevamos vivido, al Xerez CD le ha pasado de todo, en lo deportivo llegó a tocar el cielo y vive desde hace unos años en el infierno, aunque últimamente parece que hay menos fuego ahí abajo. Durante estos veinticinco años, ha sido utilizado como un arma política por los distintos partidos con el único objetivo real de granjearse un buen puñado de votos. En 2001, Luis Oliver fichó al mediático Bernd Schuster para el banquillo azulino, recordemos que ya estaba enfrascado en plena batalla con el Enorme. Cuando Pacheco pronunció aquel verano "el Xerez no juega ni aquí" haciendo referencia a un campo de arena playa que estaba presentando en piscinas Jerez, se abrió la veda del exilio para el Xerez. El tiro le salió por la culata, el xerecismo se unió contra lo que consideraban un agravio al club, por mucho que Pacheco pretendiese asfixiar a un presidente que solo pensaba en enriquecerse a costa del club.

La oposición vio un filón en el apoyo incondicional al Xerez y a sus socios, dicho sea de paso, jerezanos con derecho a voto. Un vistazo a la hemeroteca de la época y recordaremos una fotografía en la que en el palco de El Palmar aparecían junto a Oliver y Arango, presidentes del Xerez y del Sporting de Gijón respectivamente, la plana mayor del PP, Aurelio Romero, Juan Pedro Cosano, Antonio Sanz y una joven promesa que apuntaba muy alto, María José García-Pelayo. El PSOE con su candidata Pilar Sánchez se unió en esa cruzada política a favor del Xerez y en contra de un Pacheco que estaba viviendo aquellos años su ocaso político. La puntilla llegaría con la manifestación más multitudinaria que he visto en Jerez, unas quince mil personas se unieron en contra de Don Pedro. Curiosidades de la vida, Pelayo fue la tercera fuerza política en las elecciones locales de 2003 y pactó con la segunda, Pacheco, y se convirtió en alcaldesa.

El Xerez volvió a Chapín y todos contentos. Años después, algunos actores repitieron, llegaron otros nuevos y cambió un poco el guión. Junto a Pelayo, que mantenía la alcaldía y el aforamiento de Madrid por razones obvias, entraba en escena un joven político lleno de grandes ambiciones e ideas, Antonio Saldaña. Si en 2001 ellos apoyaron el regreso a Chapín del Xerez, ahora con el club al borde de la desaparición y con la aparición de un nuevo club que aglutinó la práctica totalidad de sus socios, tocó al PP de Pelayo y Saldaña exiliar al Xerez CD, con la salvedad de que ahora no había miles de jerezanos dispuestos a luchar por el club. El golpe se entendió definitivo y al más puro estilo Pacheco, Saldaña se regodeaba de su estrategia, solo le faltaba ponerse a correr y lo hizo, solo le faltaba ser alcalde, pero una mala tarde lo convirtió según Pacheco en el "amigo del amontillado".

Ahora, con Pelayo en la alcaldía y Aparicio, con un Xerez que mete ocho mil personas en Chapín, que está en manos de jerezanos y con una economía en vías de recuperación, vuelve a institucionalizar relaciones. Así pues me uno en este 2025 al grito de Aparicio, "Siempre Xerez CD".

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