Renovación de nombres, continuidad política

Juanma Moreno, presentó ayer un Gobierno profundamente renovado -sólo repiten cuatro consejeras, una de ellas, Patricia del Pozo, con cambio de cartera- y en el que se adivinan líneas de continuidad en materias tan importante como la obra pública, la agricultura, el empleo o la sanidad, donde la viceconsejera toma el mando del departamento. Pero, sobre todo, en la dirección política del Ejecutivo. En ausencia de un vicepresidente, Antonio Sanz se convierte desde la Consejería de Presidencia en el número dos del Ejecutivo. Llega a este puesto tras haber desarrollado una labor esencial como viceconsejero en la anterior legislatura y supone reconocer a una persona que lleva desde los tiempos de Javier Arenas en el puente de mando del PP andaluz. El propio Moreno reconocía al hacer pública la lista que por diversas razones no ha podido contar con tantos profesionales de prestigio ajenos al partido como hubiese querido, aunque los cuatro consejeros que no militan en el PP son suficientemente significativos del carácter profesional y gestor que el presidente ha querido introducir. José Carlos Gómez Villamandos en Universidades; Jorge Paradela en Industria; Arturo Bernal en Turismo o la continuidad de Rocío Blanco en Empleo responden a ese impulso. El núcleo duro del PP andaluz obtiene una cuota significativa con nombres como Loles López, José Antonio Nieto o el hasta ahora alcalde de Almería Ramón Fernández Pacheco. La reunificación de Economía y Hacienda en una única consejería es un movimiento lógico para coordinar competencias y a su frente se coloca a Carolina España, que se convierte en una de las figuras más relevantes del equipo. Hay que subrayar el gesto de que, más allá de criterios de paridad, Moreno ha incluido más mujeres que hombres y que el aumento de dos consejerías responde a criterios de eficacia. Formado el Gobierno ahora toca ponerse manos a la obra, como dijo el presidente, "sin perder un minuto".