En esta ocasión, Israel Ramos, chef del restaurante Mantúa, que presume de estrella Michelín, traza un recorrido gastronómico por la ciudad de Jerez desde primera hora. Para empezar, Ramos considera que en esta ciudad se desayuna muy bien en muchos sitios. Por la ubicación, próxima a su restaurante, lo hace en La Notaría Café Bar. Toma un desayuno clásico. Allí siempre pide un mollete con aceite y tomate, y zumo de naranja, aunque reconoce en tono jocoso que es "uno de los niños del Cola Cao". Para continuar bien la jornada nos acercamos con él al Tabanco Plateros. Allí recomienda tomar una tapa de queso payoyo y una copita de amontillado. Destaca el lugar por su carácter carismático y que anima a tomar un poco de embutido, chacina y vino. "Luz y Jaime son muy buenos anfitriones y empaparse del centro en estas fechas, además de bonito, es un lujo", apostilla el chef.

Luz y Jaime, propietarios del Tabanco Plateros en el interior del local.

Para almorzar recomienda un lugar pequeño donde, dice, suelen ir las personas entendidas de la gastronomía cuando visitan la ciudad "y por algo será": La Marea de Marco. En su opinión, el producto es de diez y tanto Marcos como Teresa los cuidan mucho. Para él la ensaladilla de Tere: "Una de las mejores que se pueden tomar en Jerez, muy sencim¡lla, rica y personal porque la elabora al momento, cada vez que alguien la pide y está maravillosa". Las acompaña con unas bocas, marisco y el pescado.

Plato de La Marea de Marcos.

Para merendar lo tiene claro, un establecimiento joven que, sin lugar a dudas, se ha convertido en tendencia por su buena reputación: Krombol Bakery Café, el santuario de Dolce Nilda y Juanlu Fernández, chef de Lu Cocina y Alma. "Abrió hace apenas un año y es una maravilla: las tartas, los zumos naturales... Es un espectáculo. Estar allí sentado y tomar algo de bollería o cualquier bikini salado resulta una gozada porque está todo muy bien y lo hacen con mucho cariño", afirma Ramos.

Ya sabemos que el 'tardeo' jerezano puede dar mucho de sí, de modo que, Israel Ramos lo estira y pasa por El Espartero, ubicado en el centro de Jerez, regentado por Pablo. "Me pirran unas anchoítas en manteca, tomarnos una cervecita y disfrutar de esa plaza y el vaivén de la gente".

Tsuro, el restaurante de Víctor Jaén Mateos.

Ramos considera que la gastronomía jerezana está en auge y hay muchos sitios en los cuales cenar puede ser un acierto total, pero como amante de la comida japonesa propone algo diferente: Tsuro. Se trata de un local pequeño cuyo chef, Víctor, está detrás de la barr con una freidora, una plancha, un par de fuegos y una tabla para el sushi. "Hace algo diferente, hace el manú al momento. Hace que te sientas bien y cómodo", cuenta. Antes de dar finalizada la jornada gastronómica propone tomar una gyn tonic y el final de fiesta en La Marujona, en la plaza del Arenal.