La presentadora de 'Me voy a comer el mundo' vive a tope la Zambomba de Jerez: "Este vídeo no es ninguna colaboración; lo hago por amor al arte"
La periodista Verónica Zumalacárregui acaba su experiencia en la zambomba de Jerez mojando churros en palo cortado
“Soy jerezana y me encantan las zambombas, pero esto se nos ha ido de las manos”
Jerez está de moda, sin duda alguna. El pasado mes de octubre se anunciío que se convertiría en la Capital española de la Gastronmía 2026, aún no ha comencado esa capitalidad y no para de atraer a expertos en gastronomía, influencers y público en busca de manjares apatecibles, 'made in Jerez'. Muchos y muchos aprovechan esta época navideña para visitar la ciudad, coincidiendo con las zambombas. De esta manera, conocen la tradición declarada Bien de Interés Cultural en 2015 y, a la vez, desgustan guisos tradicionales que se sirven en ellas y los famosos jereces.
En esta ocasión, la ciudad ha acogido a Verónica Zumalacárregui, famosa presentadora del programa de viajes gastronómicos 'Me voy a comer el mundo'. Como no podía ser de otro modo, la periodista ha publicado un vídeo con un resumen de su experiencia. Zumalacárregui comienza el vídeo destacando la gran personalidad de la ciudad de Jerez "en tan poco espacio". Como buena amante del vino de Jerez, aclara, ya había estado en la ciudad con anterioridad en un par de ocasiones. "Pero siempre había anhelado conocer las zambombas".
Como buena divulgadora, la periodista aclara qué son las zambombas: "Se trata de una tradición navideña muy arraigada en esta ciudad gaditana que consiste en cantar y bailar villancicos flamencos". Lo popular, como ella dice, es hacerlo en la calle, pero la conductora de 'Me voy a comer el mundo' ha tenido la "suerte" de vivirla en una de las bodegas más emblemátcias de Jerez, Bodegas Lustau, con más de 125 años de historia.
¿Y cómo lo pasó? Pues como todo el mundo, de maravilla al son de los villancicos con más ángel que habrá oído nunca y llenando el estómágo con las delicatessen jerezanas. "Allí lo di todo al ritmo de la zambomba. También bebí y comí, maravillosa la berza jerezana, por cierto, y pude conocer todos los recovecos de este templo del vino de Jerez. Gracias Juanito por tu masterclass del vino y de la vida y por darnos a probar estas joyas que son pura historia embotellada", relata. Lo más curioso de su paso por la zambomba de Jerez se aprecia al finalizar el vídeo. Zumalacárregui que se anima con todo, se atreve a maridar churros en uno de los con más misterio de Jerez. "Y para terminar la jornada, unos bailecitos, mucho cachondeo, unos churros y bien de palo cortao".
En el texto que acompaña a la publicación se apresura a disipar las dudas y afirma que no se trata de un publi reportajes. "Muchos de vosotros me dijisteis en stories que no sabíais lo que eran, así que os lo cuento aquí. Ah, y por cierto: este vídeo, al igual que la mayoría de los que hago, no es ninguna colaboración; lo hago porque me nace y porque quiero compartirlo por amor al arte, nunca mejor dicho".
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