Un carnaval que se diferencia por sus coplas

La copla. El Carnaval de Cádiz no tiene sentido sin ella. Sería, huérfana de tangos, pasodobles o cuplés, una fiesta más, con todos los respetos hacia otras formas de carnavalear en el mundo. Hay disfraces, como en todos los carnavales. Y desfiles (vulgo cabalgatas), como en la mayoría de las manifestaciones carnavalescas del mundo. Pero en Cádiz encontrará usted un añadido que le dejará a cuadros: miles de personas reunidas cada febrero para cantar en el Teatro Falla o en la calle. Porque, vayamos por partes, conviene que usted conozca los ‘dos carnavales’ que convergen en la Tacita de Plata.

Una cosa es el Concurso de Agrupaciones y otra, el Carnaval en la calle. El primero de ellos es un certamen que suscita la atención de media Andalucía y parte de España, ya que hay coplas que se cantan en el viejo coliseo que se vuelven virales. Los medios de comunicaciónse hacen eco de lo que se expresa en Cádiz con letra y música, lo que ha acontecido en el año, de febrero a febrero, desde un tono crítico o humorístico. Que para algo el Carnaval gaditano es, como lo bautizó un periodista de esta casa, Bartolomé Llompart, un periodismo cantado.

El concurso es la pura competición, la hoguera de las vanidades, la oficialidad del Carnaval. Más de cien grupos acuden al Falla cada año procedentes de diversas localidades (de fuera de Andalucía también) para participar en tan prestigiosa cita que provoca más pasiones de la cuenta, pero que sigue siendo un imán, cada vez con más seguidores. Las agrupaciones más destacadas tienen luego la oportunidad de actuar en diferentes puntos de España, habiendo ya ofrecido sus repertorios en teatros como el Liceo barcelonés o espacios escénicos de Madrid como La Latina, el teatro Amaya o el teatro Gran Vía.

Y de lo pasional, lo ‘serio’, el espectáculo teatral del Concurso, que es el remate del sacrificio de cuatro meses de ensayos, Cádiz pasa en horas -las que transcurren entre el fallo del jurado de la final y los sones de las primeras coplas no oficiales el primer sábado de fiesta- al ‘otro Carnaval’, el más puro y desvergonzado. Lo protagonizan las agrupaciones callejeras, también llamadas ‘ilegales’ porque no se pliegan a la ‘legalidad’ del Concurso.

Se diferencian de las agrupaciones de Concurso (que también, ojo, hacen sus incursiones en la calle, principalmente los coros) en la duración de los ensayos, ya que la exigencia en las esquinas del centro de la ciudad no es la misma que en el Falla. Sus repertorios no están encorsetados como en el Concurso y cantan los temas que les vienen en gana sin orden ni concierto, afortunadamente. Sin la obligación de llevar guitarras, bombo o caja. La libertad absoluta en el cantar y en el decir y en cómo cantarlo y decirlo. Sin el miedo al qué dirán o a que una letra no le siente bien a un jurado. Es el Carnaval por excelencia que en los últimos 20 años ha vivido en la calle (y un poco menos en el Falla) el boom de la participación de la mujer, en otros tiempos apartada de una fiesta dominada por los hombres. En la calle, estas agrupaciones pueden ser de dos componentes, por ejemplo los romanceros, con cartelón e historias rimadas y recitadas. Es una modalidad en auge.

Más allá de las agrupaciones hay cabalgatas, degustaciones gastronómicas o un pregón que anuncia la fiesta. Carnavales para cada momento y para cada edad. Actividades que existen en otros carnavales. Por eso la copla, hay que insistir, es lo que marca la diferencia en Cádiz.

COROS La agrupación que defiende la copla más autóctona

Puede ser que el tanguillo gaditano o tango sea la copla más gaditana, con un origen flamenco y un poco de adobo cubano. Lo canta el coro, la agrupación más numerosa -máximo 45 componentes- y más teatral de la actualidad.

CHIRIGOTAS El humor con una pizca de sentimiento

La chirigota defiende el humor, comúnmente en presentación, cuplés y popurrís. En los pasodobles, el sentimiento y garra de las clásicas compite con la ironía y chistes de las más modernas.

CUARTETOS Rimas y parodias sin instrumentos

Pueden ser de tres, de cuatro o de cinco integrantes. Cádiz es así de especial. Parodian con rimas y cantan sin instrumentos. La modalidad más difícil y más expuesta, ‘obligada’ a hacer reír en todo el repertorio.

COMPARSAS La pasión que traspasó fronteras

La modalidad que más pasiones levanta en Cádiz y en toda Andalucía, con grupos seguidos por legiones de aficionados. Garra y crítica son sus grandes armas, aunque los piropos siempre cuajan entre grandes juegos de voces.