Flamenco

El jerezano Antonio Granjero, nominado a los Premios Bessies Award de Nueva York

  • El bailaor, afincado desde hace 15 años en Estados Unidos, ha sido elegido dentro de la categoría 'Mejor intérprete de Danza'

  • Desde 2007 regenta junto a su mujer un negocio flamenco en Santa Fe  

El bailaor jerezano y su esposa, en su negocio de Santa Fe.

El bailaor jerezano y su esposa, en su negocio de Santa Fe.

El bailaor jerezano Antonio Granjero (Jerez, 1970) ha sido nominado a los premios New York Dance & Performance Awards, un galardón que desde hace 38 años reconoce a los artistas más creativos y rompedores de la danza en la ciudad norteamericana. 

Granjero se encuentra nominado dentro de la categoría 'Mejor intérprete de Danza' gracias al espectáculo Soledad Barrio & Noche Flamenca que se puso en escena en el The Joyce Theater de Nueva York. 

La nominación ha supuesto para el jerezano "una sorpresa", y por supuesto, "una alegría porque es la primera vez que me eligen para estos premios, que tienen un gran prestigio aquí en Estados Unidos. En ese espectáculo hago unas alegrías, y ha sido ese baile por el que me han elegido". 

El bailaor se encuentra estos días exhibiendo dicho espectáculo (estrenado el pasado mes de abril)  junto a la artista Soledad Barrio en la ciudad de Philadelphia, tras obtener un gran éxito en Nueva York, ciudad en la que actuó la pasada semana. "Estaré tres semanas en Philadelphia y luego me marcho a Washington, donde estaré con mi grupo a finales de octubre. La verdad es que el trabajo aquí no me falta, estoy muy contento".

Antonio Granjero forma parte de aquella generación de jóvenes bailaores que conformaron durante las décadas de los ochenta y noventa el Ballet Albarizuela que dirigían Fernando Belmonte y Paco del Río. De hecho su nombre artístico responde a la distinción que hizo en su día el propio Belmonte con otro bailaor del grupo, Antonio Fernández Marchán (conocido ahora por sus logros futbolísticos). "Como yo era de La Granja, Fernando me decía Antonio Granjero para diferenciarme del otro Antonio, y al final se me quedó el nombre". 

"Yo entré en el Ballet cuando tenía solo 8 años, y estuve con Fernando y Paco hasta que cumplí los veinte años, me marché justo después de hacer el servicio militar", recuerda.

Fue entonces cuando se marchó a Madrid, como hicieron mucho otros artistas de su época a principios de los noventa. "En aquel tiempo o te ibas a Madrid o te ibas a Sevilla, pero si querías dedicarte al baile de manera profesional, tenías que hacerlo".

Su primer destino en la capital de España fue la compañía de Carmen Cortés, algo que alternó posteriormente con periplos en muchos de los tablaos más conocidos, caso de Café de Chinitas, Alcazaba, Torre Bermejas y Casa Patas, y con colaboraciones, como artista invitado, "en las compañías de Manolete y El Güito".  

En 2007, el jerezano decidió realizar las Américas y se marchó a Estados Unidos, país en el que reside desde entonces. "La primera vez que vine a Estados Unidos fue en los noventa, con María Benítez, que organizaba cosas en verano y en primavera. Pero en 2007 decidí dejar España y venirme aquí. Llegué a San Antonio de Texas, donde monté un estudio enorme. El problema es que llegó un momento en el que sólo me dedicaba a enseñar, y yo lo que quería era bailar, por eso me mudé a Santa Fe".

Es precisamente en esa localidad donde actualmente regenta una especie de café- teatro, en el que el flamenco es una pieza importante. "En Santa Fe hay mucha afición por el flamenco, que llegó aquí en 1945. Es un buen sitio, y aquí abrí con mi mujer, que es americana pero que vivió 16 años en España, mi pequeño negocio que se llama 'Flamenco'".  

Su día a día se centra en dicho tablao "aunque cada cierto tiempo también salgo fuera a trabajar y a impartir clases", explica. Además, a lo largo del año el jerezano suele contratar a artistas españoles "que suelen venir por temporadas, normalmente en otoño, verano, primavera y otoño. Normalmente suelen venir entre 12 o 15 artistas a lo largo del año", apunta. De hecho, en la actualidad se encuentra pasando una temporada el chiclanero Juan José Alba. 

Al haber pasado gran parte de su vida lejos de su Jerez natal, Antonio Granjero reconoce que "me he adaptado bastante bien a Estados Unidos, es un país con costumbres diferentes, pero cuando lo conoces, es muy acogedor". 

Cuando se le pregunta si sueña con actuar en Jerez donde reconoce que "no he vuelto a trabajar desde los 20 años", Antonio asume que "es difícil, de hecho antes era algo que me obsesionaba un poco, pero ya he perdido la ilusión y actualmente ya no es algo prioritario. Me encantaría bailar en Jerez, pero a día de hoy lo veo complicado".  

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